El Museo Moderno presenta esta exposición individual de La Chola Poblete (Mendoza, 1989), importante artista joven de nuestro país que ha construido un sólido recorrido nacional e internacional a través de un universo multidisciplinar donde la performances se transformó en uno de los lenguajes más explorados por este artista que reivindicar sus orígenes de ascendencia indígena. Junto a una gran producción de videos, fotografías, esculturas, pinturas y dibujos realizados en los últimos años, La Chola Poblete postula la importancia de los saberes ancestrales en el territorio sudamericano y la necesidad de revertir prácticas coloniales de discriminación de género y razas en nuestro país. Su obra denuncia los destratos hacia las poblaciones marrones y hacia las disidencias sexuales, la estereotipación y exotización de los pueblos originarios, y reivindica la presentación de bellezas y corporalidades anti-hegemónicas frente a los estándares culturalmente construidos.
En esta oportunidad, el Museo Moderno elige poner en escena un importante conjunto de dibujos tempranos de la artista creados entre 2014 y 2015, a través de cuyas sutilezas podemos acompañar los procesos de un profundo movimiento interior. La serie que da título a la exposición, Ejercicios del llanto, explora las posibilidades de la introspección y construye, en el corazón del Museo Moderno, un espacio de recogimiento y silencio desde el cual reflexionar sobre los desafíos de la humanidad hoy. Página tras página, sobre sus cuadernos de dibujo, sutiles trazos y miles de diminutos puntos construyen por momentos imágenes abstractas, imágenes que mutan y nos permiten vislumbrar los intereses y las preocupaciones de la artista. Allí aparecen esbozados o delineados el llanto, la cruz (símbolo del colonialismo opresor), la papa (en referencia a sus raíces), y referencias a la sexualidad, justamente en el momento en que la artista se plantea su disyuntiva respecto de su propio género.
La Chola Poblete: Ejercicios del llanto adopta la forma de un diario íntimo que actúa como testimonio de un proceso de construcción identitaria, a la vez personal y política, en el momento mismo en que se gestan las propias convicciones. Presenta la obra de una gran artista argentina con proyección internacional que se articula y entra en diálogo, en este primer piso del Museo, con otras cinco exposiciones que también reflexionan sobre la necesidad de reivindicar y respetar las diferencias de nuestros orígenes, cuerpos, sentimientos e ideas en el mundo de hoy.
Curaduría: Victoria Noorthoorn
Asistencia curatorial: Marcos Krämer
La Chola Poblete (Mendoza, 1989) estudió las carreras de Licenciatura y Profesorado en Artes Visuales de la Universidad Nacional de Cuyo. Desde el año 2012, gracias a becas otorgadas por el Centro Cultural Kirchner y el Fondo Nacional de las Artes, realizó talleres y clínicas con Diana Aisenberg, Max Gómex Canle y Silvio Lang, entre otros. Participó en el Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella (2018) y en el Programa de artistas de MARCO Arte Foco. En 2014, fue premiada en la 11ª edición de los Premios Escenario como “Mejor propuesta de Arte Joven”. Entre sus exposiciones individuales, figuran El órgano masculino de la Chola, en el Mercado de Arte de Córdoba, y SLAVE, en el Museo Carlos Alonso de Mendoza (2019). En 2021 realizó Tenedor de hereje, en Pasto Galería (Buenos Aires) y, recientemente, expuso en la Feria ARCO de Madrid.
Retrato La Chola Poblete
La Chola Poblete postula la importancia de los saberes ancestrales en el territorio sudamericano y la necesidad de revertir prácticas coloniales de discriminación de género y razas en nuestro país. Su obra denuncia los destratos hacia las poblaciones marrones y hacia las disidencias sexuales, la estereotipación y exotización de los pueblos originarios, y reivindica la presentación de bellezas y corporalidades que se oponen a los estándares culturalmente construidos. En esta oportunidad, el Museo Moderno elige poner en escena un importante conjunto de dibujos tempranos de la artista, creados entre 2014 y 2015, a través de los cuales podemos acompañar los procesos de un profundo movimiento interior. Página tras página, sobre los cuadernos de dibujo, sutiles trazos y miles de diminutos puntos construyen por momentos imágenes abstractas, que mutan y nos permiten vislumbrar los intereses y las preocupaciones de la artista. Allí aparecen esbozados o delineados el llanto, la cruz (símbolo del colonialismo opresor), la papa (en alusión a las raíces) y referencias a la sexualidad, justamente en el momento en que la artista se plantea una disyuntiva respecto de su propio género. La serie que da título a la exposición, Ejercicios del llanto, explora las posibilidades de la introspección al construir un espacio de recogimiento y silencio desde el cual es posible reflexionar sobre los desafíos de la humanidad hoy.