Gabinete Heredia: Selección de obras del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires

Gabinete Heredia: Selección de obras del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, dedicada al artista Alberto Heredia (1924-2000), reunió una selección de 50 piezas que forman parte de la donación de 500 obras de su autoría, legada por él mismo al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.

Alberto Heredia sabía que los caminos que le ofrecía el arte a través de la producción escultórica y objetual, a la que se abocó obsesivamente la mayor parte de su vida, se constituiría en un poder capaz de incomodar y desestabilizar las convenciones de la sociedad burguesa.

Como un hacedor degradado, o como un “objetista urbano”, tal como solía definirse, su producción combinó humor negro, ironía y sarcasmo como un modo de interpelar a los objetos y despojarlos del productivismo a los que los somete la industria del consumo. “Hay que alejar al espectador de la superficialidad que domina el mundo”, afirmaba desechando cualquier posicionamiento puramente estético.

El interrogante sobre lo real atraviesa toda su obra. Heredia cuestiona las instituciones tradicionales (familia, iglesia y ejército) como máquinas productoras del sentido de verdad. Interpela al espectador haciendo aparecer lo repugnante, las zonas intermedias o de “insoportable” ambigüedad, incomodando de manera abyecta.

Sus obras condensan la memoria de otros usos, la violencia de lo silenciado, vedado o bien la decadencia de otra época y nos enfrenta a nuestros miedos más primarios.

Bio: Alberto Heredia (Buenos Aires, 1924-2000), luego de un breve paso por la Escuela Nacional de Cerámica y la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, se define a sí mismo como autodidacta. Entre sus más importantes exposiciones tempranas se encuentran Las Cajas de Camembert. Alberto Heredia, Galería Lirolay (1963), y Los Monstruos, Galería Arte Nuevo (1966). Participó de innumerables muestras colectivas en Río de Janeiro, París, Nueva York, Tokio, Caracas, Madrid, Roma, Múnich, y Londres. En 2002, luego de su muerte, recibió el Premio Konex de Honor (2002).