La exposición Pablo Picasso: Más allá de la semejanza. Dibujos de la colección Musée national Picasso-Paris seleccionados con el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires presentó 74 dibujos creados por el artista a lo largo de su vida, desde sus 16 años hasta su muerte. La selección de obras realizada por Victoria Noorthoorn y el equipo del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, con la colaboración de Emilia Philippot, curadora del museo francés, señala al dibujo como territorio fundamental para las investigaciones artísticas de Picasso. La exposición, organizada cronológicamente, ofreció un amplio pero preciso abanico de obras sutiles y únicas que juntas lograron traducir la organicidad de la mirada cuestionadora de un artista que cambió para siempre la historia del arte occidental.
Las obras de esta exposición interpelaron a sus visitantes y al mundo que los rodea, puertas afuera. Los dibujos plantean interrogantes sobre el hombre, sobre nuestra naturaleza animal e incluso monstruosa, sobre nuestra posibilidad de ser multifacéticos, sobre nuestro poder de invención y reinvención, y son poderoso testimonio de la elocuencia del arte frente a la realidad.
La actitud experimental de Picasso se despliega al infinito en sus dibujos. Es allí, en la intimidad del encuentro del lápiz, el grafito, el carboncillo o el pastel con el papel, en los casi veinte mil dibujos que creó durante toda su vida, donde el artista dio forma a sus ideas, a sus convicciones artísticas, a sus utopías y visiones. Es allí, en el dibujo, donde Picasso expone, en detalle, la densidad de su pensamiento artístico.
Encontrarse con Picasso significa ser testigo de una obra que se desafió a sí misma a cada paso con una libertad única, incluso para nuestra escena contemporánea. Cada dibujo da testimonio tanto del poder de reinvención del artista como de su mirada permanentemente crítica. Picasso sigue siendo, hoy, un ejemplo del poder real del arte cuando está en manos de un artista excepcional, disconforme, exigente y eternamente batallador.