-Dicho sea de paso, ¿pensás seguir dibujando siempre? ¿Te gustaría?
-Me encantaría seguir dibujando, desde chica me encantó y de más grande aún más. Por suerte se me dio la oportunidad de empezar a trabajar en lo que me gusta y espero seguir haciéndolo, al menos hasta que me canse.
-¿Estudiaste dibujo? ¿Tuviste o tenés alguna formación sistemática como ilustradora?
-Nunca fui a ningún curso ni nada por el estilo, pero desde chiquita siempre elegía ir a las clases de arte que ofrecía mí primaria en vez de ir a natación.
-¿Hay arte en tu entorno? ¿Creciste mirando cosas que te parecían diferentes a lo cotidiano, como imágenes, pinturas, etc?
-Desde siempre, con mi mamá hacíamos manualidades, pinturas, dibujos, etc. Incluso ahora, de vez en cuando, paramos y compramos algunas cerámicas para pintar. Aparte de eso, mi papá solía prestarme su cámara, y a mí me encantaba sacar fotos.
Siempre me divertía mucho más dibujar y pintar que mirar.
-Vos estás trabajando ya como ilustradora. Contanos qué trabajos hiciste y si te los encargaron. ¿Tuviste en cada caso indicaciones precisas o en algunos tuviste libertad de crear?
-Hice varios trabajos, todos encargados. Algunos tenían que ser más precisos, como en V. Ciencia para una geografía sin mitos, que era un libro de ginecología, así que no podía desviarme tanto de lo que era.
Por otro lado, hice algunos más libres como Relatos mitológicos de amores, donde tenía que leerlo y dibujar alguna escena según mi parecer. También había cosas en el medio, así que pude experimentar un poco de todo.