Luego de largos años de gestión, en 2022 el Museo Moderno logra dar inicio a la reforma y puesta en valor de la casa-taller del artista argentino Alberto Heredia, que él mismo deja como legado al museo, incorporándose a su patrimonio en el año 2000, después de su fallecimiento.
En 2023 se pone final a un largo trayecto de trabajo y esfuerzo en relación con el legado de la propiedad, su refacción, puesta en valor e interiorismo, y el 8 de septiembre de 2023, se inaugura la “Casa Alberto Heredia. Residencia de artistas”.
Ubicada sobre la Avenida Caseros, en un edificio histórico del barrio de Barracas a pocas cuadras del museo, y gracias a un proceso desarrollado en colaboración con grandes aliados para su recuperación y renovación, el Moderno prepara finalmente el inmueble para el lanzamiento de su Programa de Residencias “Casa Alberto Heredia”, que transforma este legado en una nueva casa de artistas, destinada a la producción artística, la investigación y el vinculamiento con la escena del arte argentino e internacional.
“Casa Alberto Heredia” se constituye así como la primera residencia artística dependiente de un museo público en su país. De este modo, adopta el carácter único que le otorga el hecho de estar vinculada a una de las plataformas de producción y exhibición de artes visuales más importantes de la Argentina.
El inmueble de 157 m2 legado por Alberto Heredia se encuentra en un edificio histórico de gran valor arquitectónico para la Ciudad de Buenos Aires. Cuenta con dos dormitorios con baño privado, una cocina-comedor, un amplio taller para trabajo compartido y un gran espacio social.
Luego de años de permanecer cerrado y con importantes necesidades de refacción, el Museo Moderno invita en 2022 al estudio Azcuy, sponsor aliado del Moderno, a participar del proyecto de renovación, del que Azcuy asume diseño y dirección de obra, y a finales del mismo año se suma a Joanne Cattarossi Estudio con el desarrollo del proyecto de interiorismo, que también dona generosamente al museo.
Su inmenso apoyo ha permitido al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires resignificar la arquitectura original de la casa, que vuelve a cobrar vida con una nueva función para uso de la comunidad de artistas.
La refacción y apertura de la Casa Alberto Heredia, un departamento de 157 m2 ubicado en un edificio histórico sobre la Avenida Caseros, ha sido posible gracias a la generosidad y el trabajo de los mecenas y donantes particulares del Museo Moderno. Esta acción se constituye así como el primer proyecto del Museo Moderno ejecutado en su totalidad con fondos privados. En este sentido, el Museo Moderno destaca el impulso y la invaluable colaboración de la Fundación Azcuy, aliado extraordinario del Museo Moderno, que dirigió y llevó adelante la obra de refacción, y del estudio de interiorismo Joanne Cattarossi Estudio, mecenas filántropo del Museo Moderno, que diseñó y ejecutó el proyecto de interiorismo, que incluye el equipamiento de la casa para convertirla en el hogar temporario de los residentes que vendrán. Este trabajo contó asimismo con la colaboración de la Asociación Amigos del Moderno y de las empresas El Camino, De Otro Tiempo, Rugit, Arredo, Boutique de Luz, Plavicon, Ferrum, Interieur Forma, Bed Time, Liliana y Blau.
El proyecto de interiorismo que llevó adelante Joanne Cattarossi Estudio se basó en dos premisas centrales: por un lado, cumplir con las necesidades funcionales de la residencia de modo tal que favoreciera la armoniosa convivencia y el intercambio entre los residentes y ofrezca espacios aptos para el trabajo individual; y por el otro, incorporar diseño argentino.
Las posibilidades de diálogo e intercambio están facilitadas por los ambientes espaciosos y las distribuciones dinámicas de la planta, que permiten adaptarlos a diversos usos y a grupos de distintos tamaños. Este es el caso fundamental del living, que podrá funcionar para presentaciones de las prácticas de los residentes, entre otras funcionalidades, pero asimismo del espacio de taller, que puede acomodarse a las necesidades de los diferentes artistas, independientemente de sus disciplinas, y a un público nutrido que se acerque a escuchar a participar de una charla.
Las dos habitaciones, ambas con baño privado, cuentan con una distribución amplia y cómoda y una generosa mesa de trabajo para los residentes. A diferencia de las paletas neutras de las habitaciones y del taller, en la gran cocina-comedor se abrazó el verde original de los azulejos y se potenció agregando azul en los muebles y rojo en las banquetas con el propósito de lograr un lugar alegre y convocante. La nueva mesa, colocada en el centro del espacio, busca invitar al encuentro y el intercambio.
La segunda premisa era incorporar diseño argentino, con el objetivo de que los residentes, locales y extranjeros, puedan convivir con lo mejor de las creaciones de los diseñadores del país. Casa Alberto Heredia se enorgullece de contar con las sillas Eutopia del diseñador salteño Francisco Gómez Paz y el sillón Pipe, diseñado por el catamarqueño Cristian Mohaded para Interieur Forma. Se incluyeron además muebles de Cúmulo, lámparas de Oblumo e Imdi, alfombras Rugit, y vasijas de los artesanos tucumanos Blau, todas piezas de diseño y fabricación argentina. A su vez, los muebles diseñados a medida por Joanne Cattarossi Estudio fueron realizados en la carpintería del municipio de Tigre El Camino, reconocida por su excelente calidad. Los muebles de cocina fueron diseñados y fabricados por De Otro Tiempo y la iluminación de todo el proyecto fue provista por Boutique de Luz.
Desde el interiorismo se buscó respetar la esencia original de la casa y resignificar la función de la arquitectura original adaptándola a su nuevo uso a través de un lenguaje contemporáneo. Es con ese respeto que se conservaron las molduras de las paredes, las aberturas, los pisos, los azulejos y la pileta de la cocina, así como la herrería del pasillo que la casa tenía originalmente. El mobiliario moderno, en contraste con estos elementos de época, busca generar un diálogo entre el pasado y el presente.
La relación entre Alberto Heredia y el Museo Moderno se extiende a lo largo de la historia de la institución, en cuya programación el artista participó activamente desde 1960. En ese año el museo también adquirió las primeras obras de su autoría que pasarían a formar parte de su colección: dibujos y collages de fuerte expresividad que dan cuenta del desborde, la violencia y el absurdo que atraviesan nuestras dimensiones humana y política, un aspecto recurrente en su vasta producción artística. Ya entre finales de los años 90 y el 2000, luego del ingreso de otras de sus obras al patrimonio del museo, de su participación en un sinnúmero de exposiciones pioneras, y gracias al estrecho vínculo de Heredia con Laura Buccellato, quien dirigió esta institución entre 1997 y 2013 y curó la exhibición retrospectiva del artista en 1998, Heredia legó al museo 517 obras, su archivo y biblioteca, obras de su colección personal y su casa. Este legado constituye un patrimonio que el Museo Moderno se enorgullece de cuidar y exhibir y que, durante la gestión de Victoria Noorthoorn, actual Directora de la institución, cobró nueva dimensión con la puesta en marcha del proceso de reformas de la casa que la convierte en la primera residencia de artistas de un museo público de la Argentina. La Casa Alberto Heredia queda, así, inaugurada durante la gestión del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, el Jefe de Gabinete de Ministros, Felipe Miguel, y el Ministro de Cultura, Enrique Avogadro.
El programa de la Casa Alberto Heredia, que cuenta con el generoso apoyo de Arthaus Centro de creación contemporánea, se propone ofrecer a artistas nacionales y extranjeros, así como a profesionales del arte en formación o especializados, tiempo y espacio para la investigación, la producción y el intercambio. Su inauguración marca la apertura de una nueva línea de programación y trabajo para el Museo Moderno, que promoverá residencias cuyos procesos entrarán en amplio diálogo con el programa de exposiciones y de actividades públicas de la institución, con su colección y con su equipo de profesionales.
La Casa Alberto Heredia podrá alojar a dos profesionales por vez. Cuenta con dos habitaciones con baño privado, amplio espacio social, cocina-comedor y taller de trabajo. A sólo 800 metros del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, permite un acceso y un vínculo fluidos con la institución.
El programa de la Casa Alberto Heredia, que se lanzará en 2024, ofrecerá:
1) Residencias de producción e investigación para artistas de distintas regiones del país;
2) Residencias de formación e intercambio profesional para profesionales de las artes visuales de otras regiones del país que se integrarán al trabajo diario del Museo Moderno;
3) Residencias para artistas e investigadores invitados a desarrollar un proyecto de mediación comunitaria;
4) Residencias de investigación para curadores de otras regiones del país.
Asimismo, la Casa Alberto Heredia alojará un programa de intercambio con organizaciones internacionales interesadas en impulsar el diálogo intercultural, que incluirá la visita de artistas, curadores y otros expertos del campo de las artes visuales y afines.
El Museo Moderno es una de las instituciones públicas dedicadas a las artes visuales modernas y contemporáneas más importante del país. Desarrolla un programa único de exposiciones individuales y colectivas –que incluye más de diez muestras anuales, la mayoría de las cuales está dedicada al arte argentino–, al que acompaña con uno de los programas educativos más activos de la ciudad, que construye un puente con más de 55.000 niños y adultos por año. Guarda, asimismo, una colección de 7.600 obras de artes visuales, diseño gráfico e industrial que crece anualmente de la mano de un programa dinámico de adquisiciones, y se enorgullece de estar liderando la transformación de instituciones de su tipo en el camino de la accesibilidad para que no existan barreras que impidan a los casi 300.000 visitantes que recibe anualmente disfrutar de la experiencia que brinda como museo.
Alberto Heredia (Buenos Aires, 1924-2000) es uno de los exponentes más importantes de la escultura en Argentina. Su formación comenzó con un breve paso por la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano para continuar formándose de manera autodidacta. Frecuentó al grupo Arte Concreto Invención y entabló una amistad con Ennio Iommi y Claudio Girola. En 1960 viajó a Europa gracias a una beca del gobierno holandés y regresó a Argentina en 1963. Entre sus exposiciones más importantes se encuentran Cajas de Camembert en galería Lirolay (1963) y Los Monstruos en galería de Arte Nuevo (1966), ambas en la ciudad de Buenos Aires. Participó de innumerables muestras colectivas en Río de Janeiro, París, Nueva York, Tokio, Madrid y Roma. En 1984 se realiza la primera retrospectiva de su obra en la Fundación San Telmo y hacia finales de los años 90, gracias al estrecho vínculo de Heredia con Laura Buccellato, quien curó la mayor exhibición retrospectiva del artista en 1998, Heredia decide legar al museo 517 obras de su autoría, su archivo y biblioteca, obras de su colección personal y su casa. Este legado constituye un patrimonio que el Museo Moderno se enorgullece de cuidar y exhibir asiduamente, en un acto de revitalización de una obra que, sin perder el carácter lúdico de toda creación, continúa ejercitando el lema del propio Heredia: “alejar al espectador de la superficialidad que domina al mundo”. En 2023, bajo la dirección de Victoria Noorthoorn, se celebra muy especialmente su legado con la apertura, en la que fuera su casa-taller, de la primera residencia de artistas de un museo público de la Argentina. De este modo, se da continuidad al gesto de generosidad que el Museo Moderno recibió de Alberto Heredia poniendo su legado a disposición de las nuevas generaciones de artistas.