Desde hace más de cuatro décadas, Mónica Giron (San Carlos de Bariloche, 1959) ensaya distintos modelos para lidiar tanto con la violencia interna, la social y la que le infligimos al planeta como con el amor, la soledad, las fuerzas desconocidas y lo incuantificable. Para la artista, el arte permite discernir y comprender aquello que nos desborda, y abre paso a la posibilidad de proyectar, imaginar y transformar.
La práctica de Giron estuvo siempre en constante movimiento, apelando a un modo de concebir el arte y la vida desde el nomadismo, lo híbrido y la transformación. Así, abordó distintos medios como la escultura, la pintura, el dibujo, el mural y la producción digital, con materiales precisos vinculados a cada una de sus investigaciones: cera de abejas para aludir al aglutinante social; acuarela para dar forma a las corrientes líquidas del cuerpo y del planeta; la impresión tridimensional en materiales biodegradables para poder cuantificar las proporciones de los mares y los continentes, y el pizarrón para apelar al aprendizaje, entre otros.
La exposición crea enlaces entre una serie de proyectos nuevos y obras de diversos períodos de la artista. A través de estos enlaces intenta estabilizar el desconcierto que puede provocar el mundo y también su obra, pero sin perderlo, ya que es una herramienta sustancial que tiene el arte para empezar a reconectarnos no solo con nuestro presente, sino también con nuestros antecesores y sucesores, y así poder mejorar los vínculos con la biósfera.
Después de la crisis de 2001, Mónica Giron comenzó a dar forma al Neocriollo: una escultura monumental de cera de abejas que le llevó cinco años desarrollar. La obra es una respuesta a la sociedad quebrada y dividida en la que nos encontramos inmersos. Un ser que se erige sobre sus antepasados, que tiene 21 cabezas y 42 ojos. Una imagen que puede percibirse utópica, pero también estremecedora, un engendro tan hermoso como sofocante, una comunión que parece necesaria pero que también puede atraparnos e imposibilitar la diversidad.
Giron genera imágenes densas, híbridas, cargadas de paradojas y desconcierto. En sus dibujos MED, busca acomodar la energía de los cuerpos individuales sufrientes, en sus dibujos SX indaga sobre la fusión de fuerzas entre dos cuerpos y en las Lagunas le da forma a un espacio mental desconocido y confuso que puede emerger ante el vínculo social. Estos tránsitos entre el cuerpo individual, su relación con un otro y con un cuerpo social derivaron en la búsqueda de un mayor entendimiento del entorno o espacio crítico, tanto local como global, donde se inscriben. Lo local es elaborado en su serie “Lugares desolados”, obras que reflexionan sobre el hábitat vacío, la soledad patagónica y el exterminio histórico de sus pobladores originarios, y en Enlaces Querandí, las pinturas construyen una proyección idealizada que podría entrelazar el pasado y el futuro de la cuenca del Río de la Plata. A su vez, la geografía global es explorada por Giron para cuantificar, objetualizar y así entender la corporalidad de los continentes, el movimiento de sus masas terrestres y la circulación de energía a través de los mares y sus corrientes marinas.
La artista Monica Giron y el curador Javier Villa nos cuentan sobre la exposición individual Mónica Giron: Enlaces querandí y hablan de las obras que la componen.
El miércoles 11 de enero, la artista Mónica Giron, nacida en Bariloche, brindó una charla magistral en el auditorio del Moderno y, de ese modo, dio inicio al calendario de Programas Públicos de 2023. Acompañada por Javier Villa –curador de la muestra antológica– y Fernando García –curador de Programas Públicos–, la artista capturó la atención de la sala al desplegar la vida interior de sus obras, atravesadas por la incertidumbre como uno de los componentes centrales de la sensibilidad contemporánea. Estableciendo asociaciones con lecturas narrativas y filosóficas (del Tao a George Gurdjieff y Gilles Deleuze) y diálogos inesperados con la historia del arte (de Auguste Rodin a Carlos Alonso) y la cultura popular (de Winnie de Pooh a Patoruzú), Giron dispuso las imágenes de Enlaces Querandí en relación con la nueva visión dispuesta por Google Earth, el cambio climático y el rescate de una cultura originaria en los bordes de la ficción. En el registro de la charla magistral, disponible en el canal de YouTube del Moderno, queda expuesta también la mecánica de trabajo entre el curador y la artista, fruto de una larga interacción. El ciclo “Charlas magistrales” se propone como una plataforma para que los artistas, al exponer su voz, den respuestas a la curiosidad del público del museo.
Hoy conocemos Siete dibujos en acuarela sobre papel de Mónica Giron Utilizando la fluidez líquida de la acuarela, la artista produjo esta serie de dibujos en la que dos cuerpos o entidades se entremezclan y sostienen. Mediante la ruptura de la separación entre figura y fondo, las obras presentan múltiples colores y texturas que se combinan para generar sensaciones de liviandad y de gran movimiento. El carácter acuoso de los personajes, reconocibles por su par de ojos, cuestiona los límites de los cuerpos y refuerza las ideas de cooperación y de relación entre los organismos. La serie, que forma parte de la exposición individual Mónica Giron: Enlaces Querandí, conforma el proyecto de investigación, basado en la observación y representación de las formas y la energía en movimiento, que la artista lleva a cabo hasta el día de hoy.
Hoy conocemos Cadena de Sentidos de Mónica Giron La obra presenta un catálogo en el que se nombra, enumera y hace visible una serie de canales –alternativos a los cinco sentidos que habitualmente usamos– que nos permitirían conectarnos con aspectos más amplios de la realidad. Para crear esta obra colectivamente, Mónica Giron, desarrolló el catálogo a partir de conversaciones e intercambios con otras personas acerca de los sentidos, de modo que la obra incluye las propuestas que surgieron de esos diálogos dinámicos.