Año 2019
Edición bilingüe español-inglés
Textos: I. Acevedo, Rafael Cippolini, Laura Hakel. Colaboración de Guillermo Kuitca y Adriana Aisenberg.
Intervenciones de Flavia Da Rin
Diseño: Eduardo Rey
Traducciones: Kit Maude
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336 páginas
Formato: 28 x 24 cm
ISBN 978-987-1358-62-5
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Este libro aborda un panorama de veinte años de trayectoria por la obra de Flavia Da Rin,
tanto a través de una cuidadosa selección de sus obras, como a partir de un recorrido por las
influencias visuales de la artista en sus diversos proyectos, intervenidas gráficamente por su
mano. Estas referencias están acompañadas por una extensa conversación entre Da Rin y
sus maestros, Diana Aisenberg y Guillermo Kuitca, en la que discuten diversos aspectos de
sus numerosas transformaciones estéticas. Además, el libro incluye el texto curatorial de Laura
Hakel, un ensayo de Rafael Cippolini que aborda el universo de sentidos de la obra de Da Rin
y otro de I. Acevedo en el que analiza los modos en que la artista aborda temas como las
identidades, el feminismo, la autobiografía y el sentido político de la creación estética.
“Al mirar su trabajo de manera retrospectiva, Da Rin parece teletransportarse entre sus obras,
como un reflejo que aparece en muchos lugares a la vez. A lo largo de los años investigó
y reconfiguró los estereotipos del consumo femenino, la tiranía de la personalidad como
mercancía y las vicisitudes de la construcción de la carrera de una artista. Si el avatar o el skin
son los espejismos digitales contemporáneos donde se proyectan otras posibilidades
de experimentar emociones, relaciones y condiciones sociales, al invocar los suyos, la artista
trazó un mapa expansivo de su personalidad múltiple. En cada cambio de piel, Flavia Da Rin
construye un juego donde la subjetividad se despliega transformada en una imagen que
transporta deseos y fantasías y donde se renuevan las licencias de lo que se puede ser.”
Laura Hakel
“Sería muy fácil decir que todo el arte de Flavia Da Rin es un juego consigo misma, un elaborado
regodeo en sus propios micromundos, algo que se vuelve más inquietante si lo observamos
desde la perspectiva de Massimo de Carolis: según señala el teórico italiano, el término
micromundo fue acuñado por los pioneros de la investigación en inteligencia artificial, tratando
de resolver “eso que por entonces era definido como frame problem”. Un robot tradicional,
programado para usos industriales, “puede operar con éxito solo en el interior de su
micromundo específico”, construido a partir de un frame, de un marco: un espacio lógico
rígidamente perimetrado. ¿Podemos observar series diversas de FDR, ya sea toda la red
emocional de los episodios de “El misterio del niño muerto” (2008-2009) o las alambicadas
escenas de “Una fiesta para sacudirse del terror del mundo” (2011) como algo distinto a una
insistente voluntad narrativa donde hasta los mínimos detalles fueron concebidos hurgando
con el frame de un software creado para la manipulación visual, ahora al servicio de otros
micromundos de la artista? Si toda tecnología es un signo de época, también deberían serlo
los juegos narrativos a partir de sus frames. Artesanía de imaginarios que se deslizan. Sería
bastante obvio aducir los vahos de una tradición, acaso flamenca, de los siglos XVI y XVII
–un inconsciente El Bosco, o un inconsciente Pieter Brueghel (el viejo y el joven)–: guerra
de gestos, expansión de escenas sobre escenas, profusión de personajes, de curiosos objetos.
La pulsión narrativa visual en su esplendor, en la antesala misma de una de las maquinarias
más asombrosas al servicio de las formas del relato: Histoires ou contes du temps passé
(Historias del pasado, 1697), de Charles Perrault. Fairy Tales tan contemporáneos que anteceden
y preceden a los sueños (sean estos contemporáneos o no).”
Rafael Cippolini
La exposición Flavia Da Rin: ¿Quién es esa chica? fue inaugurada en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en mayo de 2019.