-”¿Elda Cerrato, usted que es actualmente una artista sumamente joven y con un gran nombre dentro de la plástica argentina, ¿cuándo comenzó a pintar?” Así comenzaba el reportaje periodístico del diario La Provincia a Elda Cerrato en el año 1964. Año por cierto que además de su práctica artística ya participaría en docencia y, en este caso, en tanto organizadora de los Planes de Estudio para la Escuela de Artes Plásticas de Lomas de Zamora.
En el reportaje se busca conocer el momento que estaba conociendo esta artista ítalo-argentina en plena actividad tras sus estudios en bioquímica. También se interroga sobre las corrientes que le interesan, su relación con la obra terminada y con el espectador, con la pedagogía institucional de las escuelas de arte y sobre los artistas sudamericanos que fue encontrando en sus viajes.
A partir de entonces hasta la actualidad, entre historias de vida en Tucumán, Buenos Aires, su exilio a Caracas y regreso a Buenos Aires, Cerrato desarrollará una poética y política con sus variantes técnicas, atravesada por las realidades sociales, ánimos y luchas populares, la geopolítica del continente, el archivo y más tarde la memoria. Hacia la tan deseada apertura democrática en los 80, anticipándose a las políticas de la memoria, Elda Cerrato señalaba “A veces sospecho que la sombra es el presente del pasado. Es por eso que recordar es como proyectar una sombra, es hacer un corte, el corte de la sombra, en el tiempo y sobre los lugares”.
Aquí se eligieron sólo algunas piezas documentales que se encuentran en la Biblioteca del Moderno, entre otras muchas más que se pueden consultar en sala (Sobre de artista Elda Cerrato).