Museo vivo

Del lunes 4 al domingo 10 y del lunes 18 al domingo 24 de mayo de 2020

Santiago Iturralde
A veces un cerebro y ningún ojo, a veces un ojo y ningún cerebro , 2019
Óleo y lápiz sobre tela
35 x 130 cm

¿Cuál es la misión de un museo de arte moderno y contemporáneo ante un escenario como el que estamos viviendo? ¿Cómo rediseñar su funcionamiento de modo tal de dejar en claro que un museo es mucho más que su edificio, sus salas y sus exposiciones? ¿Cómo acercar al gran público los cientos de investigaciones y propuestas que produce el museo? ¿Cuál es el rol de los curadores, conservadores, productores, editores y educadores del museo, los principales interlocutores de los artistas y de los visitantes que se acercan al museo? ¿Cuál, el gran rol de los artistas en este momento?

La cuarentena impuesta por el Covid-19 llama al museo a reflexionar y a activarse más allá de sus puertas para responder a las comunidades a las que se debe, en nuestro caso, la comunidad de artistas argentinos y toda la sociedad, cuya inmensa mayoría hoy está en casa. Enfrentamos una crisis mundial llena de incertidumbre y angustia. ¿Cuál es el rol de la cultura, derecho fundamental de las personas, en un momento como este? ¿Cuál el rol de la imaginación y la creatividad? ¿Qué rol vienen a jugar los artistas de todas las disciplinas y los museos y centros de arte comprometidos con la misión de acercar sus creaciones a los más diversos públicos?

Durante esta semana el Museo Moderno invita a distintos artistas, educadores e intelectuales de la cultura a compartir sus obras, creaciones y reflexiones con el fin de echar luz sobre el momento actual; a darnos su visión sobre el rol del museo hoy y sobre cómo debería ser el museo del futuro. ¿Cómo serán los museos cuando reabran? ¿Cuáles serán sus estrategias para ofrecer espacios de disfrute y aprendizaje de manera cuidada y segura para empleados y visitantes? ¿Cómo constituirnos en instituciones sanadoras y reparadoras post-pandemia? ¿Podríamos –todos los museos juntos– incentivar el desarrollo de una sociedad más solidaria, más diversa e inclusiva, más accesible, más sustentable y ecológica, más igualitaria y, por qué no, más feminista? ¿Cuáles son los valores que desde la cultura deseamos compartir y acercar a toda la sociedad?

Victoria Noorthoorn

#Ferrari100años

El arte como portal hacia nuevas formas de vida
Esta mesa toma como inspiración la causa de Maristella Svampa, quien se autodefine como una intelectual anfibia y una patagónica sempiterna que piensa en clave latinoamericana. En cuarentena, la gran activista argentina reafirma, a partir del análisis de la crisis socio-ecológica, los movimientos sociales y la acción colectiva, la gran oportunidad que tiene la humanidad para repensarse y habilitar una convivencia sustentable y equitativa. Por su parte, desde tiempos inmemoriales el arte ha tenido una dimensión utópica; los mejores artistas siempre se han adelantado a su tiempo y han ensayado y diseñado otras formas de estar en el mundo, alejados de los paradigmas imperantes del momento. Convencidos sobre la necesidad de pensar el museo y el arte como portales hacia un nuevo mundo más justo, más democrático, más ecológico y más feminista, los directores de museos argentinos invitados a esta mesa comparten sus miradas y utopías, así como las de los artistas e intelectuales a quienes siguen de cerca, y las acciones que impulsan para tornarlas realidad.

Invitados especiales:
– Maristella Svampa, Investigadora Superior del Conicet y Profesora Titular de la
Universidad Nacional de La Plata
– Fabiola Heredia, Directora del Museo de Antropología, Universidad
Nacional de Córdoba, Argentina
– Teresa Riccardi, Directora del Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, Buenos Aires
– Nicolás Testoni, Director del Museo-Taller Ferrowhite, Bahía Blanca, Argentina

Modera: Victoria Noorthoorn, Directora del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires

Cuarto encuentro / Ciclo Administrar la incertidumbre

Una conversación entre Américo Castilla y Victoria Noorthoorn.
Una conversación entusiasta sobre el rol del arte, de la cultura y de los museos hoy en la Argentina y en el mundo. ¿Cuál es el aporte de los museos a la sociedad? ¿Cuales son los valores que promueve o debería promover? La necesaria autocrítica ante la crisis del Covid-19 y las posibilidades que se abren a futuro. El crucial rol del artista en el pensamiento sobre la gestión de museos.
Fondo Nacional de las Artes por Marcos Krämer

En este ciclo, el equipo de curaduría del Museo Moderno presenta las donaciones
de artistas y coleccionistas, que constituyen los pilares de su patrimonio.

En el segundo capítulo, Marcos Krämer analiza el grupo de obras donado por el Fondo Nacional de las Artes en 1968. A través del análisis de apenas un pequeño puñado de las piezas más relevantes de ese conjunto es posible entender la hermandad institucional que existía entre el FNA y el Moderno, así como su vocación conjunta por respaldar la heterogeneidad del campo artístico porteño de aquellos años. La relevancia de esta donación, que tuvo lugar durante el período en que Hugo Parpagnoli fue director del museo, radica en la variada amplitud de las producciones que la integran: desde una pintura emblemática del ya consagrado Emilio Petorutti hasta un adorable grupo de pinturas de artistas desconocidos que Manuel Mujica Láinez agrupó bajo el nombre de “artistas ingenuos”, pasando por las experimentaciones visuales del Arte Generativo, las primeras pinturas pop de Nicolás García Uriburu y dos piezas de arte textil. Este rasgo diverso de la donación del Fondo Nacional de las Artes es una huella de la pluralidad de tendencias de los períodos artísticos e históricos, pero también es un síntoma de la vocación por lograr que una colección pública incluya todas las experiencias estéticas de la época, espíritu que el Museo Moderno aún conserva.

7 OBRAS X 7 CURADORES DEL MODERNO

A partir del lunes 18 de mayo, Día internacional de los museos, y por una
semana, un curador del Museo Moderno elegirá una obra de la colección.

Síntesis (1975) de Hilda Mans

Hilda Mans, Síntesis, 1975. Óleo sobre tela, 80 × 80 cm. Colección Ignacio Pirovano.
Donación Josefina Pirovano de Mihura. Museo de Arte Moderno de Buenos Aires

Síntesis de Hilda Mans es la única obra de una artista argentina mujer en
la colección de arte abstracto de Ignacio Pirovano, donada al Museo de Arte
Moderno. Esta solitaria presencia ilumina algunas notorias ausencias. Un
caso es el de Lidy Prati, quien participó desde la primera hora en la avanzada
del arte concreto que la colección consagra, pero cuya obra no integra. Esta
omisión seguramente responde al divorcio de Prati y Tomás Maldonado a
comienzos de los 50 y la estrecha relación entre este último (artista-curador
de la colección) y el mecenas. Por su parte, la artista y poeta Hilda Mans, fue
pareja del pintor Víctor Magariños D., con quien se radicó en Pinamar en 1967.
A diferencia de lo que ocurrió con Prati, el estrecho vínculo entre Magariños D.
y Pirovano le habilitó a Mans un lugar en esa colección.

La homosocialidad entre varones caracterizó la escena del arte abstracto en la
Argentina; esto, sumado a las tradicionales limitaciones de las mujeres artistas
–privilegiar las carreras de sus parejas y responsabilizarse por las tareas
domésticas y familiares– cristaliza en un panorama del arte abstracto argentino
fundamentalmente marcado por referencias universalistas y patriarcales. Habrá
que esperar a la década del 90 para que la abstracción de mediados de siglo
sea revisada en clave de género.

En Síntesis priman segmentos lineales que organizan la superficie, el color
y el espacio: el cuadro visibiliza un momento, “sintetiza” un fragmento del
recorrido de estas líneas que se continúan en el espacio real. Para mí, esta
pintura señalando por fuera de sí nos interpela sobre la consolidación de las
selecciones y sus omisiones.

María Amalia García es curadora asociada del Museo de Arte Moderno

Mientras unos construyen otros destruyen (1979) de Dalila Puzzovio

Dalila Puzzovio, Mientras unos construyen otros destruyen, 1979, copia color, 69,7 x 90 cm.
Colección Museo de Arte Moderno de Buenos Aires

1979 debe haber sido un año horrible. La Dictadura pesando en los hombros,
una guerra con Chile que parecía a la vuelta de la esquina y el intendente
Cacciatore transformaba Buenos Aires en una ruina. No conozco otras obras
que hayan dado una imagen para el campo de escombros que fue la ciudad
por esos años. Puzzovio vio la destrucción, y también algo así como un hilo
de luz, la voluntad de seguir adelante incluso cuando lo que nos rodea se
desmorona.

Lucrecia Palacios es curadora de Programas Públicos del Museo de Arte Moderno

Caracterizaciones de las opciones 1 y 2 para el sueño de la casita propia (1972/2010) de Elda Cerrato

Elda Cerrato, Caracterizaciones de las opciones 1 y 2 para el sueño de la casita propia, 1972/2010, copia heliográfica 60 x 90 cm. Colección Museo de Arte Moderno de Buenos Aires

Carla Barbero es curadora y coordinadora del departamento curatorial del Museo de Arte Moderno elige hoy la obra de Elda Cerrato Caracterizaciones de las opciones 1 y 2 para el sueño de la casita propia (1972/2010), de nuestra colección.

Dice Barbero: “La vasta producción de Elda Cerrato se inicia en la década del 50 y tiene recurrencias que ubican su trabajo en el imaginario del arte latinoamericano. Esta pieza data de la década del 70 y pertenece a la colección del Moderno. Condensa sentidos claves de su trabajo, aunque también resuenan las de sus contemporáneos. Los mapas como símbolos para pensar la identidad y las luchas por el territorio en el Cono Sur; el estilo gráfico figurativo para representar las tensiones entre proyectos ideológicos en oposición; la militancia político-partidaria no escindida de la práctica artística; y tópicos asociados a las desigualdades socioeconómicas, como el acceso a la vivienda social, son algunas marcas de época claramente situadas. También puede apreciarse esta característica desde la materialidad, porque después de pinturas y dibujos más abstractos e informalistas que realizó en la década anterior, Elda comienza esta serie de obras heliográficas que tienen en su condición la reproducción de forma estandarizada, así como la economía de recursos para su realización y circulación. Como un eco de las urgencias del momento resuena en esta pieza la gráfica popular asociada a la difusión de consignas políticas. Pienso en esta obra como un testimonio del convulsionado contexto político y social que se vivó durante las dictaduras cívico-militares y que desde entonces, como casi todo el trabajo de Elda, habilita una memoria vibrante fruto de su presencia tan consciente como determinada”.

Pintura (1957-1960)de Josefina Robirosa

 Josefina Robirosa, Pintura, 1957-1960, Óleo sobre cartón, 146 x 114 cm. Colección Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.

Dice Krämer: “Entre los años 1957 y 1960 el pincel de Robirosa flotaba
entre la abstracción y el informalismo. Las formas que buscaba en sus
pinturas ya conocían las líneas, los colores livianos y los grafismos de
sus imágenes anteriores pero empezaban a investigar las texturas y los
planos crudos del informalismo porteño de esos años.

Pintura tiene ese rasgo limítrofe entre la energía clara que buscaba
Robirosa desde los años 50 (cruzada por una especie de misticismo para
el cual existe una energía invisible que atraviesa todo) y la oscuridad
existencial de la que se nutría el informalismo.

Cuenta Robirosa que cuando Kenneth Kemble la invitó a formar parte de
la Exposición de Arte Destructivo en 1961 ella le contestó: ‘Mirá, no puedo,
tengo agua hasta la nariz, quiero construirme desesperadamente’. Las
imágenes de Robirosa de aquellos años parecen detenerse en ese instante
donde formas irreconocibles buscan construirse y aparecer con
desesperación. Y es justamente en esa zona de empaste entre el negro,
el blanco y el celeste de “Pintura” donde más detenemos el ojo: la oscuridad,
la luz y el agua en momento de ebullición. La investigación visual de
Robirosa no está tanto en los límites entre abstracción y figuración sino más
bien en las zonas de contacto entre lo visible y lo invisible.

Varios años más tarde, cuando Robirosa buscaba descubrir la abstracción
en la exuberancia de la naturaleza, definió al artista de un modo preciso que
aclara su forma de entender la pintura: ‘Un artista hace como un gusano:
escarba bajo la tierra, saca algo, descubre o reencuentra algo. Los artistas
y los gusanos se pasan la posta de ese algo, que no sabemos qué es, y eso
no se corta nunca’”.

Algunos oficios (1976) de Victor Grippo

Victor Grippo,
Algunos oficios, 1976
Materiales de cinco oficios tradicionales (herrero, picapedrero , albañil , carpintero, agricultor)
Donación Nilda Mabel Olmos de Grippo, 2013

Alejandra Aguado es curadora en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y ha elegido la obra de Victor Grippo Algunos oficios (1976).

Dice Aguado: “En un momento en el que el discurso sobre lo esencial ocupa la primera plana de los diarios, el ejercicio del trabajo supone instancias de control y de autorización, y el descanso -paradójicamente- pudo haberse manifestado como una imposición o amenazar con no llegar nunca, Algunos oficios, de Víctor Grippo (Buenos Aires, 1936 – 2002) se arrima, con el sigilo tan cautivante de sus obras, a la zona de cuestionamientos que nos persiguen hoy sobre los modos de ejercer aquello que sabemos o podemos hacer. Nuestro capital de intercambio. Una serie de herramientas elegidas por el artista para representar oficios fundantes de la sociedad (los del herrero, el carpintero, el picapedrero, el labrador y el albañil) se exhiben en reposo, con tono de abandono, pero manifestando las posibilidades que podría deparar su uso. Grippo era un idealista pero, en esta obra, también manifiesta tal vez algo de cansancio y frustración.

En Algunos oficios no vemos solo detenimiento, sino también clara división. Si, en la actualidad, producir y desarrollarnos depende del gran cerebro colectivo, ¿qué pasa con la fragmentación del saber cuando nos quedamos solos -o menos acompañados- en casa? ¿Dónde reside y se manifiesta nuestra autonomía? ¿Qué enseñanzas esenciales quedaron en el camino? ¿Somos dependientes de los otros o ese hacer fragmentado puede volverse un hacer en cadena de valor comunitario? Y ese hacer, ¿puede ser menos jerárquico, más equilibrado en su remuneración, su exigencia y su descanso? ¿Podemos encontrar, en la pausa, la potencia con que esta se desdobla una y otra vez en la obra de Grippo?

Fundamentalmente frenadas, congelada su posibilidad de actuar la transformación -que es el resultado de cualquier oficio, pero esencialmente de cualquier acto-, las herramientas de esta obra se asientan, envejecen y esperan. Podríamos decir que también piensan. ¿Qué tiempos, decisiones y cambios son ahora deseables para acortar, como solía desear Grippo, la distancia entre pensamiento y acción?

Caspar (2013) de Sofía Bohtlingk

Sofía Bohtlingk
Caspar, 2013
Óleo sobre tela
230 x 230 cm
Colección Museo de Arte Moderno de Buenos Aires

Laura Hakel elige Caspar, 2013, de Sofía Bohtlingk.

Hakel dice: “En un primer golpe de vista, Caspar se ve casi monocroma
y con un ritmo de líneas regulares. Pareciera autodeclararse como una
abstracción geométrica, rígida y racional. Sin embargo su clave está en
los detalles: ahí surgen los movimientos de la artista cargando el pincel,
generando texturas, deteniéndose en el borde de la tela, yendo y viniendo
por la superficie, como el péndulo que cuelga del extremo superior.
Lentamente el rombo azul se transforma en una forma llena de subjetividad.

Es fácil imaginar a la artista arrastrando el pincel de lado a lado y ver cómo
el azul se vuelve más intenso en los extremos mientras se descarga viajando
de afuera hacia adentro de la geometría. Bohtlingk construye un territorio
para habitar la pintura. Su cuerpo es el módulo geométrico viviente que se
mueve dentro de ella: el tamaño de la tela está adaptado a sus proporciones
corporales y el péndulo mide exactamente su altura. Pienso que esta
abstracción tiene que ver con las marcas que dejamos en los lugares que
habitamos. Me lleva a imaginar mi propia casa como una gran tela, donde el
cuerpo forma un dibujo de líneas mediante el ir y venir en el espacio,
percibiendo sus límites, mareando el tiempo. Por debajo de la apariencia
fríamente calculada de Caspar, la pintura de Sofía Bohtlingk es un mapa
extraño del cuerpo, no tan diferente de los pliegues que los sueños durante
la noche nos hacen imprimir en las sábanas.

El título de la obra refiere al romántico alemán Caspar Friedrich, quien pintaba
personajes absortos observando paisajes -océanos y montañas azuladas- que
parecían a punto de devorarlos. Era un maestro en la representación de lo
sublime: esa emoción que se produce al sentir que no podemos controlar la
naturaleza, ni empezar de comprenderla. Quizás lo mismo me ocurre con
la abstracción”.

Jules et Jim (1961) de Zulema Ciordia

Zulema Ciordia
Jules et Jim, 1961
Chapa de zinc pintada
126 x 90 x 72 cm
Adquisiciones 1964

Javier Villa, curador senior en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires,
elige la obra de Zulema Ciordia, Jules et Jim (1964).

Dice Villa: “En el centro de la imagen, Zulema Ciordia se esconde detrás de
su obra. La rodean Marta Minujín, Rubén Santantonín y Emilio Renart. No
logro reconocer a los otros. No sabemos si la obra de Ciordia aún existe. La
foto fue tomada en Objeto 64, mítica exposición del Museo de Arte Moderno
que señaló el pasaje de la pintura y la escultura hacia el objeto. La fotografía
es parte del acervo documental del museo.

Ciordia participó de esa generación de los años 60 vinculada al ITDT y al
museo. Como muchos, cambió la librería artística por la ferretería, la zinguería
o el corralón. Colegas suyos aún vivos me comentaron que sus proyectos
tenían una gran potencia y eran muy esperados. Pero, de un día para otro,
promediando la década, no se supo más de Zulema y sus obras.

En la segunda foto aparece una pieza de ella que pertenece a la colección
del museo: Jules et Jim (¿Tal vez sea una pista? ¿Se trata esta historia de
un trágico triángulo amoroso?). La obra fue exhibida en Objeto 64 y, por
segunda vez, en El presente está encantador, proyecto de Diego Bianchi. Las
dos cañerías de Zulema que componen un único objeto dialogan con un ser
de Bianchi compuesto por dos pedazos de maniquí. Pienso que Ciordia podría
ser parte de una genealogía que atraviesa a artistas como @enlarge2, Luciana
Lamothe o Luis María Terán, entre tantos otros.

El de Zulema es uno de esos misterios que me regala a diario la colección del
museo, y comparto con colegas como Sofía Dourron y Helena Raspo. Tal vez
este momento de concentración en las redes sea una buena oportunidad para
preguntar si alguien tiene algún dato. Y agitar así las fronteras entre museos,
sociedad, obras, documentos, investigaciones, rumores y ficciones…”

EL MUSEO SEGÚN SUS DIRECTORES
#MuseoVivo Testimonio de Enrique Avogadro

Moderno ilustrado

Lecturas fantásticas

Cubos Modernos

Esta publicación es un catálogo razonado de la colección Ignacio Pirovano,
acervo fundamental del Patrimonio del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
Además de la más completa exposición técnica y visual de las obras que la
integran, reúne documentación e imágenes pertenecientes a la historia de su
formación. Además, presenta un recorrido exhaustivo por diversos aspectos de la
colección en ensayos de especialistas de diversas disciplinas de investigación
y conservación como María Amalia García, Marcelo E. Pacheco, Pino Monkes,
Hugo Pontoriero, Wustavo Quiroga, Valeria Semilla, María Inés Afonso Esteves
y Silvia Borja. La colección incluye obras de Georges Vantongerloo, Víctor Magariños,
 Eduardo Mac Entyre, Miguel Ángel Vidal, Ary Brizzi, Vassily Kandinsky, Francis
Picabia, Sonia Delaunay, Piet Mondrian, Auguste Herbin, Josef Albers, Tomás
Maldonado, Alfredo Hlito y Enio Iommi entre otros.

Este libro, elaborado para acompañar la exposición Santiago Iturralde: La pintura desnuda incluye un recorrido visual por la producción pictórica del artista junto con un texto crítico de Eduardo Stupía.
MUSEOS DE ARTISTAS
Marcelo Pombo
Benito Laren

Recomendaciones para leer en casa

Donación Aldo Sessa al Museo Moderno

Con mucha alegría el Moderno recibe la donación de unas 60 obras de Aldo Sessa, que atraviesan su vínculo de 50 años con el museo. Así, pasarán a formar parte del acervo de la institución, sumándose a la historia de las donaciones realizadas al museo por los grandes artistas argentinos. Las fotografías donadas fueron seleccionadas por Victoria Noorthoorn, directora de la institución, y muchas integraron la exposición Archivo Aldo Sessa 1958-2018: 60 años de imágenes, que el museo presentó en 2018. Se trata de un conjunto de material icónico de la carrera del artista que abarca, a la vez, un amplio abanico de técnicas, géneros e investigaciones. El conjunto incluye fotos tomadas desde 1958 hasta la actualidad con diferentes cámaras
y formatos entre ellos, 35 milímetros, formato medio, panorámicas, sobre película blanco y negro y color, y la foto instantánea con sistema Polaroid; así como la fotografía digital con cámara y celular. Las imágenes seleccionadas representan muchas de las investigaciones del artista sobre diferentes géneros fotográficos –entre ellos, el fotoperiodismo y el retrato– y diversas temáticas, entre ellas Buenos Aires, el Teatro Colón, Nueva York, los viajes en Argentina y en el mundo.

Aldo Sessa
Inició su formación en las artes gráficas en la imprenta de su padre. Con 17 años realizó sus primeras colaboraciones fotográficas en prensa, primero en el diario La Nación y luego en La Gaceta de Tucumán.
En 1962, viajó a Los Ángeles para estudiar cinematografía con Sydney Paul Solow, donde descubrió la fotografía color.
Su primer contrato como artista lo firmó en 1972 con la Galería Bonino. A partir de allí, realizó más de 200 exposiciones alrededor del mundo.
Sus importantes colaboraciones con escritores se iniciaron en 1976 con Cosmogonías, publicación que reúne poemas de Jorge Luis Borges, que fue seguida de otras con Manuel Mujica Laínez, Ray Bradbury,
Silvina Ocampo, entre otros. Entre los numerosos reconocimientos recibidos a lo largo de su vida, en 1991 fue nombrado Miembro Honorario de la Federación Argentina de Fotógrafos y Académico de Número de la Academia de Bellas Artes.
En el año 2007, la Legislatura porteña lo honró con el título de “Ciudadano Ilustre de la ciudad de Buenos Aires”.

Patricia y Rita, integrantes del Grupo de los 8 de adultos mayores del Moderno, nos regalan un tango sobre la importancia de los museos en tiempos de aislamiento.
Complementos es nuestro programa de actividades integradas para personas ciegas o con baja visión.
Hacé click acá para acceder a más información
MUSE VIVO: TESTIMONIOS DE DIRECTORES DE MUSEOS Y ARTISTAS

Andrés Duprat y Mónica Girón

Ana Martínez Quijano y Adriana Bustos

Teresa Riccardi y Zoe Di Rienzo

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