Moderno polifónico

UN MUSEO DONDE ENTRAN TODAS LAS VOCES

En el Día Internacional de los Museo nos parece destacable promover la idea de museo humano, sostenido afectivamente por sus trabajadores y por sus públicos, dado que ambos interactúan de diversas formas con la institución.

En este sentido queremos presentarles nuestra publicación, pensada conjuntamente por los guardias de sala y el equipo de Educación del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Los testimonios del equipo surgieron en los encuentros semanales de intercambio, motivados en la necesidad de encontrarnos y seguir pensando el museo de manera colectiva. Agradecemos a todas las voces que le han dado el soplo vital a esta creación colectiva: Bárbara Arona, Victoria Martín Reyes, Victoria Renzo, Paula Forgione, Fabian Bracca, Agustina Bracca, Silvia Benítez.

Por otro lado, la publicación está ilustrada con una selección de dibujos en lápiz sobre papel de Hernán Barreto, uno de los históricos guardias del Moderno, que ha documentado en más de seis cuadernos todas las exposiciones que han pasado por nuestras salas en cinco años. Reconocemos la importancia del registro en estos tiempos de virtualidad, cuando la información puede resultar muy efímera. ¿Cómo contienen el tiempo los dibujos?

Esperamos que disfruten este recorrido tanto como nosotras y puedan volver al Moderno para contemplar otras formas de mirar.

    
Un museo, múltiples miradas

“En lo personal, me interesaría poder desarrollar y seguir elaborando nuestro rol en el museo, cómo reformular el patrimonio y lograr que la mayor parte de la comunidad pueda acceder, replantear la institución y la función de esta con el público general, entre otras cosas que se abordaron. Reflexionar y debatir sobre los vínculos que se quieren construir, ¿el museo como templo o un museo mediador?, ¿que funcione como un puente o que construya muros? Yo soy más partidaria de contemplar un museo emergente, que pueda incluir a todes les trabajadores. Por ende, intercambiar y poder reformular de qué lado nos queremos parar y qué es lo que se quiere transmitir y comunicar. El hecho de preguntarnos quiénes hacen al museo y para quiénes nos hace cuestionarnos y replantearnos varias cuestiones en relación con la presencia del público que asiste y a nosotres como guardias. ¿Somos simplemente personas que cuidamos las obras? ¿O somos los mediadores entre la muestra y los espectadores? Para eso, yo creo que también es importante fortalecer los vínculos entre todas las áreas y establecer espacios de comunicación y diálogos para intercambiar ideas o experiencias.
Sería súperinteresante poder plantear algo desde nuestro rol para ofrecer una experiencia diversa y que, de esa forma, los visitantes se vayan con algo mucho más enriquecedor que recorrer la muestra y punto”.

Vista de la ventana del Museo de Arte Moderno donde se puede apreciar la cúpula de la Iglesia de San Pedro Telmo
Vínculo con la colección

“Si tuviese que elegir alguna o algunas obras del patrimonio que se puedan relacionar con nuestro trabajo, tendría en cuenta el área de fotografía. Seleccionaría una pieza de Anne Marie Heinrich. No sé si podría detenerme en alguna en particular, pero sí en el medio que utilizó la artista. Me resulta interesante abordar nuestro trabajo y hacer una comparación con la del ojo de un fotógrafo, ya que estar en una sala cuidando las obras implica estar atento a lo que sucede en nuestro entorno, como también observar al público. De esta manera, es inevitable no relacionar nuestro trabajo con el rol del observador activo, es decir que la labor está explícitamente enlazada con el hecho de percibir y mirar. Incluso, a veces me pasa que ciertas situaciones y momentos, en los que el público interactúa con la obra, merecerían ser fotografiados”.

“La historia de esta libreta la asocio un poco a la impunidad; a lo que me refiero con esto es a que yo dibujaba en los lugares ‘ciegos’ del museo (…), y antes que nada quiero aclarar algo con respecto a la idea del registro en la definición ‘LIBRETA: HERRAMIENTA DE TRABAJO, ELEMENTO U OBJETO FORMADO POR EL CÚMULO DE HOJAS DE PAPEL APLANADAS POR DOS CUBIERTAS QUE POSIBILITAN EL REGISTRO DE INFORMACIÓN EN MODO DE NOTAS SOBRE UNA LABOR DESARROLLADA’… O sea, es una herramienta de trabajo que sirve como ayudamemoria que contiene notas: notas de indicaciones, notas de directivas importantes, notas de detalles en sala, notas de diferentes situaciones, notas administrativas, notas calendarias, y mis preferidas: las notas morfológicas”.

Misterioso autorretrato de Aldo Sessa / Fotógrafa profesional con Tomás Maldonado de fondo

Dibujo inspirado en la obra El juego (1960), de Luis Fernando Benedit, Colección Museo de Arte Moderno de Buenos Aires

Estrategias pedagógicas para decir que NO

“Elegiría la obra de Julio Le Parc Formas en contorsión o la de Gregorio
Vardanega Arquitectura electrónica, porque requieren la participación del
público para que funcionen pero, en la mayoría de los casos, si la persona
que está en la sala no se los aclara, los visitantes no intervienen. Salvo
que ya conozcan las obras, el público asume que las obras de arte no se
pueden tocar o que ya están ‘finalizadas’. Ahí el rol del personal de sala
trasciende el cuidado de las obras, y se vuelve un mediador que contribuye
a la experiencia del visitante en el museo”.
“Darles un sí en la misma oración en la que prohibís otra también abre la
puerta a que el museo no es solo una institución de cosas que no se pueden
hacer, formales, estrictas. Velar por las obras y cuidarlas pero también
estrechar las distancias que esa misma formalidad presenta”.

Museo y territorio

“Me parece importante remarcar que a la identidad del museo se le
suma el contexto físico que lo circunda, tanto del país como de la
ciudad y el barrio en que se encuentra. Por ejemplo, en el caso del
Museo Moderno, no solo es la Argentina, Buenos Aires y San Telmo,
sino que también lo conforman las calles que lo rodean, los negocios
de cercanía, los vecinos que pueden pasar espontáneamente por su
puerta, o los turistas, como es el caso de la feria de los fines de
semana famosa en la zona. Estos aspectos aportan a la imagen que
el barrio mismo tiene de ese museo, a cómo lo asimilan y lo
incorporan a su entorno diario, y a cómo lo alimenta día a día la gente
que lo reconoce como parte de su lugar de pertenencia y cotidianidad.
Por otra parte, y en diálogo con lo anterior, el edificio en el sentido
físico también tiene importancia en la conformación de la identidad
de un museo, desde el punto de vista arquitectónico y edilicio”.

Dibujo inspirado en la obra S/T, de Alberto Goldenstein, que fue parte de su exposición retrospectiva La materia entre los bordes (1982-2018), inaugurada en marzo del 2018

Dibujos inspirados en la exposición Salve oscura leona, de Zanele Muholi, inaugurada en marzo del 2018 y en la exposición El ojo avizor, de Liliana Maresca, inaugurada en agosto del 2017

Los públicos también hacen a la identidad del museo

“Tuve la grata posibilidad de entablar conversaciones muy interesantes y cálidas con una visitante en la muestra de Alfredo Londaibere. A mí me encanta su muestra y sus obras; es mi favorita entre las exposiciones temporales y le tengo mucho afecto, ya que me ha dado muchísimos momentos de reflexión en el museo. No sé si he mirado obras tanto tiempo como las de Londaibere alguna vez, y eso que he podido ser guardia de sala en otras exposiciones del Moderno y de otras instituciones. Cada obra me parece riquísima, siento que tiene mucho jugo para sacar y para dialogar y conversar, para reflexionar. No hubo un día en que su trabajo no me hiciese reflexionar. Y así fue como conocí a una visitante, que me consultó sobre el artista, y conversamos mucho sobre el trabajo de Londaibere y también sobre el arte contemporáneo. Luego nos cruzamos dos veces más, y siempre nos saludamos, casi una amistad”.

“Me parece importante destacar el rol que ejerce el público para la institución. En principio, el público que se siente identificado con la institución museo y se siente parte, que se siente cómodo a la hora de ingresar, que siente que tiene su lugar allí y es capaz de emitir su voz y opinión y abrir un espacio de reflexión con su ingreso y su participación activa es parte de la construcción de la identidad que los espacios de difusión del patrimonio artístico de un país deben procurar tener. Y considero que es fundamental que haya claridad respecto a la accesibilidad de todo visitante, a las actividades educacionales y a la diversidad de propuestas que se pueden disfrutar. Pienso que eso constituye la identidad del museo, y también la identidad de todo espacio cultural que debe poder acercarse a su público”.

“Cada vez que hay performance de adultos mayores suelo verla, en la medida de lo posible, para poder disfrutarla. El Grupo de los 8 o Papel Nono me encantan tanto que termino llorando de emoción. Me recuerda mucho a mis padres”.

Las exposiciones como universos de sentido

“Creo que la identidad está atravesada por la imagen
que la institución pueda dar al mundo, y que literalmente
es una imagen que transmite algo que va mucho más
allá que su edificio o su colección. Sintetiza un
fragmento de la historia artística, social, política y cultural
de un país.
Por otra parte, la identidad de un museo está dada por
los artistas y las exhibiciones que se llevan a cabo.
Pienso que la selección de qué artista estará en la
agenda anual de la institución es fundamental para definir
qué tipo de museo se construye, se piensa y el público
reconoce. Elegir artistas mujeres, artistas reconocidos
internacionalmente, artistas locales con poca trayectoria
o artistas contemporáneos que la gente no conoce son
distintos modos de acercarse al público y de constituir
un espacio de exhibición y patrimonio cultural. La
responsabilidad que tiene un museo a la hora de gestar
su agenda diaria y anual es dar cuenta también del contexto
que circunda a la institución en sí y poder habituar al público
a nuevas formas de arte y experimentación de la mano de
artistas variados, que nutran y aporten nuevos puntos de
vista. El trabajo con la transdisciplinariedad
favorece otras lecturas posibles sobre las obras: los
períodos históricos y las discusiones potenciales entre las
áreas del museo, el diálogo entre el museo y los visitantes,
las visitas de espacios educativos como la escuela, etc. Para
este fin, también son elementales las exposiciones y las
decisiones curatoriales que pueden elaborar lecturas nuevas
y enriquecedoras para los ojos de cualquier visitante”.

Dibujo inspirado en Reina de corazones (1962-2018), exposición antológica de Delia Cancela, inaugurada en noviembre del 2018 / Dibujo inspirado en la obra El santo de la espada (1965), de Guillermo González Ruiz, colección Museo de Arte Moderno de Buenos Aires / Dibujo inspirado en la obra Nude, de Francis Bacon, que fue parte de la exposición Historia de dos mundos, inaugurada en julio del 2018, para la reapertura del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires

Un museo donde quepan muchos mundos

“Otro elemento que remarco en cuanto a la construcción identitaria de la institución museística son las actividades que emprende con la comunidad. Me parecen enriquecedoras las propuestas del área de Educación y Comunidades a la hora de acercar el museo y abrirlo al público, como también el trabajo que se elabora en torno a cómo dar accesibilidad, cómo trabajar con determinados grupos de visitantes, cómo hacer más plausibles determinados contenidos, cómo generar un museo activo y que esté a la orden del día del contexto nacional y global, dando cuenta de las nuevas discusiones sobre feminismo, género y política. Pienso que es fundamental que el museo no sea objetivo, que se posicione en una apertura a lo social y a lo que se discute, que el visitante sepa que su voz también puede tener un lugar en estas instituciones, y que se sienta a gusto de participar y opinar y preguntar”.

Un museo sin fronteras

“ (…) Me parece importante que el museo pueda generar actividades prácticas que potencien lugares fuera de la institución, que puedan elaborarse experiencias en hospitales, parques, barrios, en la misma calle. Esas experiencias también favorecen el contacto con visitantes que quizás no conocían al museo, y pueden tener otro tipo de accesibilidad desde sus propios barrios”.

Dibujo inspirado en la exposición Todo el siglo es carnaval, de Ides Kihlen, inaugurada en diciembre del 2017

Dibujo inspirado en la obra Bandera, de Sergio Avello, que fue parte de su exposición retrospectiva Joven profesional multipropósito, inaugurada en septiembre del 2017

Un museo humano se construye desde adentro hacia afuera

Queremos agradecer a las áreas del museo que colaboraron con esta publicación digital. Creemos que es fundamental la comunicación entre los equipos para generar vínculos afectivos que se traduzcan en el contacto con nuestros públicos.

Todos y cada uno de los roles son cruciales para el funcionamiento de la institución. Los guardias de sala, en particular, son quienes pasan más tiempo con las obras exhibidas, así como representan el contacto directo y espontáneo entre los visitantes y las exposiciones. Los encuentros virtuales llevados a cabo durante este tiempo han enriquecido nuestras miradas como educadoras y es uno de los motivos por los cuales queremos visibilizar sus voces.

En un contexto de aislamiento físico, proponemos un espacio de encuentro y cercanía afectiva.

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