Rosario Bléfari prologa esta exposición con una frase de Excursiones, el disco de culto que editó con su banda Suárez en 1999. Sus canciones evocan imágenes y sensaciones emocionales de la ciudad, mientras dibujan maneras de recorrerla, a veces sin rumbo fijo, descubriendo los caminos para reinventarla. La ciudad puede ser tan hostil como lúdica, como la obra de Luciana Lamothe (Mercedes, Prov. de Buenos Aires, 1975), tan vandálica como constructiva, tan efímera, deforme y brutal como precisa. Este juego de opuestos encuentra en cada nueva acción de Lamothe, una forma de compensación para la resolución del conflicto. Sus esculturas e instalaciones son contexto y situación, y tienen la capacidad de mutar y expandirse. Para esta exposición, Lamothe transforma y envuelve el espacio de la sala para alojar a un conjunto de artistas de su generación que emergieron en la escena del arte contemporáneo luego de la crisis del año 2001. La memoria de la ciudad devastada se volvió materia y experiencia para estos artistas: una poética del desecho y la contaminación que transmuta la violencia en potencia y permite inventar nuevas maneras de habitar. El estallido también puede ser una lluvia de colores para poetizar el entorno de lo próximo.
Artistas: Nicanor Aráoz, Daniel Basso, Facundo Belén, Belleza y Felicidad Fiorito, Flavia Da Rin, Diego Bianchi, Eugenia Calvo, Paula Castro, Cynthia Cohen, Clara Esborraz, Tomás Espina, Mariana Ferrari, Diego Figueroa, Graciela Hasper, Carlos Herrera, Juliana Iriart, Irina Kirchuk, Luciana Lamothe, Martín Legón, Mariana López, Valentina Liernur, Tomás Maglione, Verónica Meloni, Clorindo Testa
Puesta en escena: Luciana Lamothe
Curaduría: Jimena Ferreiro
Coordinación de producción: Iván Rösler
Producción: María Venancio y Martina Estelí
Hoy conocemos a Facundo Belén, un artista cuyas obras comprenden diversos formatos: la performance, los medios audiovisuales, las esculturas y las instalaciones. La video-performance con la que participa de la exposición Cien caminos en un solo día se titula Limpieza profunda. En ella, el artista se toma de manera literal el concepto de una “limpieza profunda”, un ideal promulgado tanto por el marketing espiritual como por algunas terapias enfocadas en la alimentación. En la obra, Belén ingiere una serie de productos de limpieza para hogares, desde detergente hasta limpiadores de vidrios y de piso. El contraste entre los colores vivos y artificiales de los productos y la piel pálida del artista, así como el creciente y evidente desgaste y malestar que este último va experimentando, componen una imagen incómoda, incluso repulsiva, con la que Belén parodia nuestra relación con los bienes de consumo.
Hoy les presentamos un retrato de la artista Mariana Ferrari (San Miguel de Tucumán, 1975), quien participa de nuestra exposición Cien caminos en un solo día. Distopías urbanas post 2001. Ferrari estudió en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán y reside en Buenos Aires desde 2004. Obtuvo numerosas distinciones y becas, y expuso su trabajo, tanto individual como colectivamente, en Argentina, España y Brasil. Uno de los intereses centrales en la práctica artística de Mariana Ferrari es revelar los componentes performáticos de la pintura, a la que piensa menos como un objeto acabado que como un proceso en perpetuo movimiento. Ferrari aborda a la pintura de manera situada, en relación con el entorno específico que ocupa o, como cuenta en este video, como “tomando una situación”. Payasito es el título de la pieza que Ferrari realizó específicamente para nuestra exposición, y para la que trabajó durante quince días en la sala. Se trata de un mural cuyos bordes, tanto espaciales como temporales, se difuminan; una obra al mismo tiempo monumental y liviana, para la que la artista empleó papeles de diario y pinceladas ágiles. La exposición se enfoca en visiones de la ciudad en el arte argentino que sobrevino a los estallidos del año 2001, y contó con una puesta en escena de la artista Luciana Lamothe: una escultura/instalación sinuosa y zigzagueante, realizada en láminas de madera que se pliegan y quiebran para dar lugar a las obras de la exposición. En diálogo tanto con la gran plataforma de Lamothe como con las piezas de otros artistas (muchos de ellos de su misma generación), Mariana Ferrari transforma la pared de la sala en una sucesión de capas que evocan la superficie de un edificio en una ciudad, y sus infinitas historias.