Menu
Menu
Menu
Alumno de Bourdelle, vivió y murió en los alrededores de París, donde trabajó con materiales tan nobles como el mármol, la madera y el granito. Sin dejarse arrastrar por la mitología -y cierta realidad- del artista olvidado por sus tierras, aquí observaciones de Ignacio Pirovano al visitar su taller : “Es difícil describir el modesto taller de Vitullo. Dificultad que nace de la tendencia de embellecer el relato. Porque, ni con su obra, ni con su vida, este artista nos engaña. Anónima casa de suburbio, sin misterio ni bohemia, apenas cuatro paredes donde retumban los golpes vigorosos del maestro” (Publicado en “Argentina en el Arte”, ca. 1966).
El mecanuscrito original, con correcciones realizadas a mano, se encuentra en el Fondo Personal Ignacio Pirovano, junto a un significativo corpus de más de 220 piezas documentales. Entre ese universo, se destaca la correspondencia que el artista envió a su principal promotor y mecenas. Son cartas que mezclan cuestiones comerciales con la necesidad de compartir momentos de alegría y reconocimiento hasta el pedido desesperado -reflejados en la misma caligrafía- de nuevas ventas de su obra para sortear que “ni poder salir a la calle siquiera”. Estas cartas no sólo dan cuenta de la autoconstrucción de Vitullo sino, sobre todo y fundamentalmente, que Pirovano se haya dado la tarea de resguardar todo esto y que posteriormente fuere donado a una institución, ofrece posibles lecturas de la imagen pública que un coleccionista construye de sí mismo y en relación con su contexto.
La Sección “Documentos sobre Sesostris Vitullo” del Fondo Personal Pirovano se encuentra en proceso de trabajo pero se puede consultar en sala.
La biblioteca cuenta con el apoyo de
