2023
Edición bilingüe español e inglés
Textos: Sofía Dourron, Magalí Etchebarne, Laura Isola
Traducción: Ian Barnett
Diseño: Eduardo Rey
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120 páginas
Formato: 20x22cm
ISBN 978-987-1358-94-6
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En 2017, con la obra Sin título realizada en el Museo Moderno, Elba Bairon inició una serie de esculturas arquitectónicas en las que el máximo despojo es el medio para encontrar la síntesis expresiva. La construcción blanca y el par de esculturas apenas definidas que formaron la instalación Sin título nos enfrentan a la idea primordial, pura y abstracta del hábitat. Además de textos de Laura Isola y Sofía Dourron que analizan el encantamiento visual de esta osada búsqueda minimalista, este libro presenta un breve recorrido por diversas obras posteriores de la artista que continuaron la serie. Por último, un relato de la escritora Magalí Etchebarne puebla las formas desiertas con una inquietante historia familiar.
“Con esta obra, Bairon persigue una imagen precisa en la que rige la pureza de las formas y donde la diáfana simplicidad de las líneas trasciende la geometría, que se vuelve blanda y parece emerger de formas orgánicas: una ‘geometría afectiva’ o ‘un estado de compensación de la curva’, como la define la artista. La casa de Bairon no es un ideal: es la imagen de una búsqueda del equilibrio siempre inalcanzable entre las formas, la luz y la oscuridad, una imagen que, en su extrañeza, se rehúsa a ser determinada por su propio peso, porque esa determinación significaría el fracaso definitivo de aquel impulso“.
Sofía Dourron
«Las ventanas de todas las casas están siempre empañadas. Desde la calle podemos ver el interior, las lámparas encendidas, las familias sentadas a la mesa a las seis de la tarde. De todas las casas que nos rodean sale siempre humo por la chimenea y todo el tiempo cae una llovizna fría y a veces helada».
Magalí Etchebarne
“Elba Bairon, como el poeta Hölderlin, cree que ‘en el país de los bienaventurados, quien habita es el silencio, y más arriba de las estrellas olvida el corazón su indigencia y su lenguaje’. Es verdad, sobre toda la obra se extiende un cielo oscuro en que se pueden buscar, como quien adivina las constelaciones en las noches estrelladas, dónde se han ido las palabras para dejar libre este paisaje de misterio”.
Laura Isola