Aldo Sessa (Buenos Aires, 1939) nació en una familia estrechamente vinculada con la fotografía desde el año 1928, cuando su abuelo fundó los Laboratorios Alex de cinematografía. A los 10 años comenzó a estudiar pintura en el taller de Marcelo De Ridder y, más tarde, profundizó su formación en las artes gráficas en la imprenta ICE, creada por su padre Luis “Gigi” Sessa. Pionero en su campo, con sólo 17 años realizó sus primeras colaboraciones fotográficas para la prensa en el diario La Nación y, en la década siguiente, en La Gaceta de Tucumán. En 1962, viajó a Los Ángeles para estudiar cinematografía con Sydney Paul Solow, presidente del laboratorio cinematográfico Consolidated Film Industries of Hollywood, donde descubrió la fotografía color y comenzó a realizar tomas en formato medio con su primera cámara Rolleiflex. Al año siguiente, de vuelta en Buenos Aires, abrió su primer estudio de fotografía en el barrio de Palermo junto con su amigo el fotógrafo Eduardo Quirno.
En 1972 firmó su primer contrato como artista con la Galería Bonino, con la que organizó exposiciones individuales en Buenos Aires, Río de Janeiro y Nueva York. Los catálogos de varias de estas exposiciones fueron prologados por dos de los primeros directores del Museo de Arte Moderno, Rafael Squirru y Guillermo Whitelow. En 1976, con el apoyo de Whitelow y de Marta Grinberg, Sessa realizó su primera muestra individual en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, con sede en ese entonces en el Teatro San Martín. A ésta le siguieron dos nuevas muestras en nuestra institución. En 1977, una exposición de las serigrafías producidas durante su trabajo en colaboración con el escritor Ray Bradbury y, en 1978, Más letras e imágenes de Buenos Aires, que contó con las fotografías realizadas para su proyecto editorial con el escritor Manuel Mujica Láinez. A lo largo de su carrera, Sessa ha realizado más de 200 exposiciones alrededor del mundo.
Su cámara registró el mundo en viajes por América, Europa, Asia y África. Algunas ciudades particularmente atractivas para su mirada, como Nueva York, fueron un tema central de su obra, por lo que las fotografió año a año desde la década de 1960. También fotografió exhaustivamente el territorio argentino y publicó importantes ensayos fotográficos sobre sus estancias, los gauchos, el universo del tango y lugares emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires como el Teatro Colón, espacio privilegiado de la cultura porteña al que se dedicó a fotografiar entre 1982 y 1987, de forma independiente, cámara en mano y utilizando solamente la luz disponible en las salas.
Sus trabajos en colaboración con escritores se iniciaron en 1976 con Cosmogonías, libro que reúne sus ilustraciones y poemas de Jorge Luis Borges. En los años siguientes realizó diversos proyectos junto con Manuel Mujica Laínez, Silvina Bullrich, Ray Bradbury y Silvina Ocampo, entre otros. Estos encuentros y sus proyectos artísticos individuales son la fuente de una fecunda producción bibliográfica que lleva ya 53 publicaciones. Entre ellas se destacan sus libros sobre el Teatro Colón, la ciudad de Buenos Aires y sus amplios recorridos por la Argentina, muestra de su esfuerzo sostenido por crear un archivo de imágenes que permita dar a conocer la vasta geografía y cultura del país, tanto en el exterior como a sus propios habitantes.
Entre los numerosos premios y reconocimientos que recibió a lo largo de su vida, en 1991 fue nombrado Miembro Honorario de la Federación Argentina de Fotografía y Académico de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes. En el año 2007, la Legislatura porteña lo honró con el título de “Ciudadano Ilustre de la ciudad de Buenos Aires”. Texto por Laura Hakel