Museo Moderno
Crespo Natacha
Suceder, 2019. Acrílico sobre chapadur. 29 × 23 cm.

Mi trabajo viene hace tiempo girando en torno a inquietudes de orden existencialista, y cuestionamientos cosmológicos, me interesan e inspiran los nuevos paradigmas, los descubrimientos científicos, planteos existenciales, hallarnos a nosotros mismos en lo basto e ínfimo de la realidad inmediata y su transcurrir en suceso.
Dentro de mi Pintura hay varios elementos recurrentes y de un simbolismo especial, uso mucho el azar, la mancha, como representación de lo desconocido, lo que no sabemos, elementos no controlados conjugados con el control, lo conocido. A través de la superposición de varias capas de pintura, control/azar/control voy creando la imagen con la intención de evocar la multiplicidad dimensional, sin llegar a definir la imagen en un juego paradójico de figuración y abstracción busco que los personajes funcionen como disparador, donde el espectador se conecta, y define la imagen visual como vínculo creador, múltiples rostros observan lo atemporal, los tres rostros simbolizan el pasado, presente y futuro, todo es ahora, sucediendo, una realidad única, un instante.
En los últimos años la idea central de mi obra está relacionada a la luz visible y la vida como la conocemos, esta sucede exclusivamente en una delgada línea multicolor dentro del espectro electromagnético, el arcoíris. Habitantes del arcoíris es una serie de obras donde tomo este concepto científico desde un planteo filosófico, somos la comunidad vida sucediendo en el arcoíris, luz.