Cotelito se ve como un distraído y contemplavo caminante que deambula por los contornos difusos de la realidad. La búsqueda de la extrañeza es su guía, y la ambigüedad el fruto maduro que reconforta. Cada imagen es un enigma y cada enigma la posibilidad de comprender nuevas relaciones entre lo que intuimos y lo que desconocemos. En esas humildes aventuras discurre con candor su trabajo.