Museo Moderno
Benedit Luis Fernando
Caja de Maíz, 1978. Bronce, Acrílico, Madera, algodón. Cerrada: 19,8 x 33,7 x 13,7 cm. Abierta: 31 x 33,7 x 27,5 cm. Campana Acrílico p/protec.:43,7 x 45 x 37,5 cm.

Artista visual, arquitecto y diseñador. Su trabajo forma parte de los principales movimientos artísticos argentinos de la segunda mitad del siglo XX, especialmente vinculados con la emergencia del arte conceptual y sus múltiples expresiones. Entre sus diferentes intereses, Benedit exploró la relación entre el arte y la ciencia, un campo de estudio que le permitió contar con una mirada antropológica con respecto al análisis del comportamiento condicionado por el medio. Así mismo, centró sus investigaciones en un abordaje crítico sobre las formas en las que se construyen los símbolos nacionales, entre ellos gestos y citas de producciones artísticas locales y fragmentos de las crónicas de los naturalistas que exploraron la Patagonia.
Desde sus primeras exposiciones es posible ver el trayecto que sigue desde un informalismo inicial hacia la neofiguración, a través de imágenes cargadas de un humor crítico: El candidato, Prócer federal, entre otras que formaron parte de su muestra Nuevos rostros, acontecida en la Galería Lirolay en 1961. En ese momento, él comenzó a experimentar con la combinación resultante entre el óleo y el barniz. Después de exhibir su trabajo en la Galería Rubbers en 1967, se mudó con su familia a Roma
para estudiar arquitectura del paisaje. Sus intereses se relacionan con lo biológico y con la posibilidad de incorporar organismos vivos a sus obras.
Benedit regresa a Buenos Aires en 1968, en donde continúa trabajando como arquitecto y artista visual. Ahí, presenta su primer hábitat artificial en la muestra Materiales. Nuevas técnicas. Nuevas expresiones, en el Museo Nacional de Bellas Artes. En su exposición Microzoo, en la galería Rubbers, el artista exhibe diferentes espacios vivos para plantas y animales, como abejas, peces, tortugas, hormigas y gatos. Benedit busca analizar el comportamiento de estos animales, cómo se ven condicionados por su contexto, el cual, en este caso, es una producción artificial y cultural. Resalta la oposición entre naturaleza y cultura: el gesto y el borramiento del territorio artístico, así como la apropiación de materiales y técnicas habitualmente asociadas a la biología como disciplina. A través de su práctica, Benedit transgrede los límites de las ciencias experimentales y las lleva hacia los campos sociológicos y filosóficos.
En 1969, participó de la exposición Arte y cibernética, organizada y curada por Jorge Glusberg, en donde exhibió sus diseños computacionales. Esta colaboración con Glusberg se extendió por muchos años más. En 1970, Benedit presentó en la Bienal de Venecia uno de sus hábitats más conocidos: el Biotrón, en conjunto con los científicos Antonio Battro y José Núñez, así como con Jorge Glusberg. En 1971, formó parte de la exposición Arte de sistemas, un evento que ahora puede ser comprendido como el preludio de la emergencia del colectivo de arte conceptual Grupo de los 13, dirigido por Glusberg, con el CAyC como su sede. Benedit perteneció a este grupo desde su primera exposición, Hacia un perfil del arte latinoamericano, en 1972, hasta la última, Grupo CAyC, acontecida en Santiago de Chile en 1994. En Arte de sistemas (1971), Benedit participó con la obra Laberinto invisible, una instalación en la que el espectador camina por un sendero regulado por espejos, sensores y alarmas. En 1972, lo invitan a exhibir individualmente en el Museo de Arte Moderno, en Nueva York.
Presenta su obra Fitotrón, un sistema de cultivo hidropónico que fue adquirido por el museo. Ese mismo año, el artista comienza una serie de dibujos a lápiz y acuarela que busca imitar el trabajo de los naturalistas: imágenes de insectos y otras especies se acompañan de notas y referencias analíticas. En 1977, participa del envío colectivo del Grupo de los 13 a la Bienal de Sao Paulo; de manera polémica, el grupo obtuvo el Gran Premio Itamaraty. Es en esa misma época que Benedit comienza a desarrollar una nueva serie de obras conceptuales basadas en los dibujos de su hijo Tomás, quien tenía entonces cinco años. Estas obras están compuestas por tres elementos: el dibujo de su hijo, un proyecto que implicaba una reelaboración de su dibujo como un diseño, y la concreción del proyecto en un objeto volumétrico. Esta serie se muestra a principios de los ochenta en Los Angeles, Nueva York y Tokio. En 1978, Luis Benedit comienza a trabajar con temas relacionados con la construcción de la identidad nacional, desde un punto de vista crítico. Su primer acercamiento se centró en el campo como la potencia económica más importante de Argentina. Desde lo agrícola hasta la ganadería, destacó sus características principales: los gauchos, las granjas y las herramientas de trabajo, como las pinzas para castrar y los diseños para marcar al ganado. Junto con Clorindo Testa y Jacques Bedel, en 1979, ganó el concurso de la remodelación del edificio del Centro Cultural Recoleta. En 1983, diseñó el edificio de la galería Ruth Benzacar y, en 1990, el de la Fundación Munar, dedicada al
diseño.
Entre 1984 y 1986, su investigación en torno al carácter nacional se concentró en temas relacionados con la producción pictórica: citas y nuevas versiones de obras de Jean-Léon Pallière y otros pintores viajeros. Al término de la década, su trabajo gira alrededor de su interés por la Patagonia y, en particular, de las expediciones de naturalistas como Fitz Roy y Darwin, en Del viaje del Beagle. Estas obras, que comprendían dibujos y objetos, simulan aquellos artefactos exhibidos en un museo de ciencias naturales. En 1990, se publica su libro Memorias australes en Milán. Ese mismo año, participa junto con el grupo del CAyC en la exposición El Dorado, la cual abordó uno de los mitos y acontecimientos más dolorosos de la conquista de América del Sur.
Sus intereses se expanden de nueva cuenta hacia temas novedosos: los suicidios más notables de Argentina en la década de 1930: Leopoldo Lugones, Alfonsina Storni y Horacio Quiroga. Se presenta en la Bienal de La Habana una instalación que versa sobre este tema. A este tipo de instalaciones que presentan diferentes medios expresivos Benedit los llama obras-informe. Entre los diferentes temas de estas obras, se centra en temas críticos, como la persecución de los grupos originarios, especialmente de los yaganes, y en el “cazador de indios” Mac Lennan. En 1996, Benedit presentó una amplia retrospectiva de su trabajo en el Museo Nacional de Bellas Artes. Durante sus últimos años, continuó su reflexión en torno a la identidad nacional. Se hace presente un nuevo elemento en su práctica: los huesos de vacas y caballos se convierten en el material con el que ensambla y construye objetos y bajorrelieves. En estas piezas, la racionalidad de su forma se opone a lo crudo del material. Gran parte de este cuerpo de obra fue exhibido en 2009 en Equinus Equestris, una exposición curada por Patricia Rizzo en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Allí, la figura del caballo criollo aparece como el “animal político” por excelencia. Benedit falleció el 12 de abril de 2011 en Buenos Aires.
Su obra forma parte de colecciones públicas y privadas, de Argentina y el resto del mundo. Entre ellas, destaca el Museo de Arte Moderno (MoMA), el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), la colección Daros Latinoamérica, el Museum of Fine Arts Houston (MFAH), el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA) y el Institute for Studies on Latin American Art (ISLAA).