Nació en Buenos Aires,Argentina, en 1977.
Estudió Bellas Artes en el Instituto Nacional de ArtesVisuales (IUNA). Participó en diferentes becas de estudio nacionales e internacionales como la “Beca Kuitca”, en Buenos Aires; la “Scowhegan School of painting and sculpture”, en Maine, Estados Unidos y la “SAM Art Project”, en París, Francia.
Sus trabajos se despliegan en el límite entre las artes visuales y el teatro en formatos como instalaciones, esculturas, objetos o dibujos. Entre otras muestras colectivas, su obra participó en las bienales de Venecia (2015), Gwangju, Corea (2014); de Montevideo (2012), Lyon, Francia (2011), Mercosur, Brasil (2009); Pontevedra, España (2006) Algunas muestras individuales recientes son: Pupila, Museo de arte Moderno de Buenos Aires (2022); La Cabeza de Goliat, Usina del Arte, Buenos Aires (2018),Arena, MuBE – Museu Brasileiro de Escultura e Ecologia, San Pablo (2017),The End of Ending, Hirshhorn Museum and Sculpture Garden,Washington (2016),Teoría (La Cabeza de Goliath), Palais deTokyo & SAM Art Projects. Paris (2014) y Nervio, Musée Départemental d’Art Contemporain de Rochechouart, Limoges, Francia (2013) Desde 2003 forma parte del colectivo de artistas argentinos Provisorio/Permanente.
Sus obras forman parte de numerosas colecciones privadas y públicas como, Hirshhorn Museum and Sculpture Garden,Washington; Musée d’Art Contemporain de Lyon; Montreal Museum of Fine Arts; Musée d’Art Contemporain de Rochechouart; Musée d’Art Contemporain Les Abattoirs,Toulouse; Musée d’Art Contemporain FRAC Corsica;Adrastus Collection,Arévalo; Juan e Patricia Vergez, Buenos Aires; Tiroche de Leon Collection, Israel; CiFo, CiFo Fontanals Art Foundation, Miami, entre otros. La producción de Basualdo despliega un imaginario que reflexiona acerca de la tensión entre el lenguaje y el cuerpo como constructores de realidad. El artista utiliza ficción para expandir cartografías, generar territorios donde parece que solo hay una línea. Su trabajo convoca a lx expectadxr a una experiencia en tiempo presente; sus obras dan idea de un inestable equilibrio a punto de quebrarse y, en ocasiones, convocan al riesgo como amplificador de los sentidos. Los principios que rigen el espacio, el cuerpo y la razón entran en diálogo para configurar una experiencia de libertad, en un sentido físico y filosófico.
Las instalaciones de Basualdo se asemejan a paisajes de enorme tensión dramática que invitan al público a ser protagonista de una ficción palpable. El artista aborda la categoría de lo sublime en una clave oscura donde lx espectadxr es cautivx de una imagen imponente a la vez que se encuentra a la expectativa de un desenlace que nunca llega. El peligro y la curiosidad se debaten en contradicción.
En sus piezas escultóricas, a veces incluidas en sus instalaciones, el artista trabaja con objetos cotidianos, como vasos, cuchillos y velas que, puestos en una relación inquietante entre sí y con el espacio, adoptan un carácter simbólico y siniestro. Estas piezas suelen incluir una dimensión del sonido, en general, emitido por los propios objetos en secuencias aleatorias.
Entre los materiales más recurrentes en su producción, se encuentra el black foil, utilizado en el ámbito de la iluminación teatral, que le permite producir enormes volúmenes rugosos en sus piezas escultóricas y que, a la vez, aporta un elemento de contradicción entre su tamaño y su liviandad. Con él genera tanto piezas colgantes como formas gigantescas que llegan ocupar salas enteras. En sus dibujos, la línea, el doblez y el corte aparecen de manera recurrente poniendo en tensión la dimensión del soporte físico con la del pensamiento.