Antonella Agesta nació en Temperley, Provincia de Buenos Aires, en junio de 1993. Se mudó a Capital, donde estudió Artes Visuales especializándose en pintura en la Universidad Nacional de las Artes. Al mismo tiempo, participó de clínicas y talleres de formación independiente, como del Programa de Artistas de la Universidad Di Tella en su edición 2017. Su trabajo como pintora desde el inicio ha estado atravesado por su lugar de crianza, el conurbano bonaerense. Antonella en su práctica remite desde ese doble lugar de extranjera-local al oficio de pintora. Relata y construye escenas de fantasías surrealistas con sede en la ciudad de Buenos Aires, poniendo en juego en las imágenes los contenidos europeos de formación enseñados en las escuelas de arte con la presencia de una espiritualidad local que cumple una doble función: cuestiona y a la vez embellece las ideas de la tradición. En su obra presenta una mirada en torno a la identidad y el derecho a la fantasía. Antonella es docente en su taller Estudios Baro, dónde coordina y gestiona un espacio de talleres, clases y residencias junto a Dani Raggio. Se desempeñó como redactora en Jennifer, revista digital de arte y actualidad. Y realizó trabajos de curaduría. Desde 2017 ha participado de exposiciones tanto colectivas como individuales, entre ellas se destacan la Bienal de Arte Jóven en Centro Cultural Recoleta (2017), Premio Itaú Artes Visuales en Casa Nacional del Bicentenario (2018), Ya nos estamos yendo en la Universidad Di Tella (2018) y el Salón Nacional de Rosario edición 73 (2019), Antosofías en Selvanegra Galería (2019), Eclipse instalación en el programa de KM1 DEL Museo de Arte Moderno (2020) Pimpollo (2021 – 2022) en Galería Grasa con curaduría de Tania Puente fue una exhibición de pinturas sobre maternidades, animales de compañía y abortos.