Ilse Fusková (Buenos Aires, 1929) es conocida en Argentina por ser una importante activista lesbiana, fundamental en la lucha por la despatologización de la homosexualidad y por el derecho de este colectivo a tener una voz y una historia propias. Sin embargo, desde muy joven es intelectualmente inquieta, hecho que la lleva a desarrollar varias actividades en su vida. De padre alemán y madre checoslovaca, Felka —pseudónimo con el que firma sus fotografías de los años 50— estudia periodismo y se desempeña también como azafata. Colabora con reportajes y comentarios de cine en revistas como El Hogar, Chicas, Histonium, Mundo Argentino, Para Ti y Lyra.
Como reportera gráfica y flâneuse urbana, Fusková refleja con su peculiar lente a la ciudad de Buenos Aires y su experiencia de la modernidad. Se detiene en la riqueza de su ambiente cultural y en quienes quedan a los márgenes del proceso modernizador. Durante sus recorridos inquietos e inteligentes captura poéticamente tanto a personajes simples, a quienes enaltece, como a destacados intelectuales y artistas, a quienes humaniza. Después de más de una década de retiro doméstico, Ilse Fusková se une al Movimiento de Liberación Femenina hacia finales de los años 70. En este contexto feminista, lleva a cabo una profunda reflexión sobre la mirada de la mujer y la construcción de su identidad a través del desnudo femenino, con el que busca ampliar los cánones tradicionales de su representación fotográfica. Este es el origen de la serie El zapallo (1982), exponente de un arte feminista que, aún bajo gobierno de facto, continúa con la genealogía iniciada en los años 70 en el contexto de la Unión Feminista Argentina (UFA). Entre 1984 y 1985 participa del grupo Imagema, formado por Horacio Coppola y Juan José Guttero. Por entonces realiza varios talleres en Lugar de Mujer, espacio creado en Buenos Aires en agosto de 1983. Allí comienza su práctica activista —primero feminista y luego lésbica— en paralelo con la urgencia por iniciar el proceso de despatologización de la homosexualidad en Argentina, lo que la lleva —en 1992— a organizar junto a Carlos Jáuregui la primera marcha del orgullo LGBTTQ+.
En este ensayo, me propongo realizar un recorrido que va desde la reportera Felka a la activista feminista Fusková, integrado por varias décadas de una mirar poético e inteligente.