Marie Louise Alemann (1927-2015) nació en Alemania y viajó a fines de la década de 1940 a la Argentina. A partir de 1967 y hasta 1985, filmó por lo menos 35 cortometrajes. Dentro de su filmografía se destacan los temas de la clandestinidad y la representación del cuerpo. En varios de sus cortos Alemann se presenta a sí misma y a otros intérpretes en escenarios preconcebidos o improvisados, en espacios urbanos y rurales, con disfraces y elementos que pueden ser extraños, amenazantes o humorísticos, colocados dentro de composiciones visuales que van desde lo decorativo hasta lo minimalista. A Alemann le interesaba cómo la cámara puede capturar y transformar algo de la identidad de la persona que filma. Típicamente, cuando se enfocaba en las máscaras, las caras y los cuerpos en movimiento, abordaba cuestiones de identidad y juegos de rol, buscando generar tensiones psicológicas a través de la ambigüedad. Alemann llegó a Buenos Aires después de la Segunda Guerra Mundial. Se había criado en Alemania y de joven vivió en Checoslovaquia, trabajando para un circo y como modelo hasta que los comunistas tomaron el poder. Con el tiempo, pasó a trabajar como periodista, crítica de cine, columnista de un periódico, fotógrafa comercial y, más tarde, actriz. Su primera incursión en la práctica artística fue en el área de la fotografía, la cual estudió en Nueva York a principios de los años sesenta. También formó parte de un trío, junto a Narcisa Hirsch y Walther Mejía, que realizaron eventos (parecidos a los happenings) en distintos tipos de espacios públicos en el microcentro de Buenos Aires. En 1967 realizó Yo veo conejos, un cortometraje en 16 mm que lanzó su carrera como cineasta. En la década de los setenta participa en una red de cineastas que consciente y explícitamente se asociaron con el cine experimental, un conjunto de ideas, tendencias estéticas y prácticas que consideraban artísticamente más liberadas que otras formas de hacer películas. Junto con Narcisa Hirsch, Alemann intentó proporcionar un sitio estable e institucional para el cine experimental en Buenos Aires en el Instituto Goethe de la calle Corrientes. En los últimos años de sus trabajos para el cine, Alemann se interesó cada vez más en la forma de danza teatral japonesa llamada Butoh, y creó varias obras de Butoh durante el apogeo del club Cemento. Además, a lo largo de su extenso período de producción de películas, Alemann mantuvo un archivo no solo de sus propias obras y funciones, sino también de las actividades de sus amigos y colegas. Este archivo ofrece un registro invaluable de cine y performance en Buenos Aires desde los años sesenta hasta los ochenta.