La obra de Rocío Englender está ínmamente relacionada con su vida, ya que su vida gira en torno a su trabajo y ambos se retroalimentan constantemente. Su labor en el campo artísco, a la par de su obra, es variada: hace arreglos florales, construye maquetas para un museo y, en ocasiones, asiste a otros arstas. Todos estos oficios influyen directamente en su trabajo. Guarda y uliza las flores sobrantes en su arte, replica obras que la desafían y obsesionan, e incorpora objetos personales como su nombre, cabello y ropa de manera sul. Su pintura oscila entre la abstracción y la figuración como resultado de un proceso de construcción intuivo y espontáneo. “¿Cómo crear imágenes hoy?”, “¿Cómo crear una imagen a parr del remix que hacemos todo el empo?”, a través de estos disparadores la arsta se pregunta sobre el significado de la belleza y pone en jaque los cánones de la pintura. Sus obras dialogan, poniendo en tensión la idea arquetípica de lo elegante y lo femenino, cuesonando el significado de la belleza.