Buenos Aires, 1974. En las pinturas de Gilda Picabea las investigaciones sobre el borde del plano constituyen el conficto inicial en el desarrollo de su imagen, amplios planos de formas geométricas simples o la repetición de una fgura, a veces de manera regular y constante, se van dibujando sobre toda la superfcie, desafando así el límite del espacio plástico; en ocasiones, algunas de esas formas derivan en representaciones conceptuales, como ser el número uno o las palabras si y no, que al tiempo que las transforma en lenguaje pictórico las acerca a sus inquietudes en torno al plano y la siempre presente dualidad fgura-fondo.
Estas indagaciones acerca de hasta dónde continúa la pintura, hacia dónde se despliega, llevan también a la artista a preguntarse por esa dimensión en la que de una ausencia nace una forma.