Santiago Licata realiza dibujos, pinturas y esculturas bajo un proceso metodológico preciso y preciso. Fusiona materiales rusticos (cemento, ferrite, grafito en polvo, tiza, cera de abeja) con una técnica sutil creando formas que oscilan entre abstracción y figuración.
En sus obras, La luz aparece como una entidad anímica que toma control sobre el objeto que refleja y lo hace destellar, vaporizarse y perder su densidad. Esta Luz ánima, va de la figuración hacia la pura materia y de la materia al fenómeno. Una conversión de haz en imagen/imagen en haz que se acopla hasta generar una nebulosa cargada de matiz, sutileza y brillo. De esta manera, la luz toma su propio comportamiento y así gana un cuerpo, una entidad, ojos y facciones.
Con una marcada referencia al hacer, a manipular la materia, a conducir o acompañar la energía, en los recientes trabajos de Licata la referencialidad aparece sin planificación, es en el vinculo con los materiales que santiago llega a las representaciones de sus obras. De esta manera los materiales se expresan por sí mismos, y el gesto, la mano del artista, permanece oculto.