(Buenos Aires, 1956-2003)
Alejandro Kuropatwa capturó con su cámara el espíritu de una época, la Argentina de la posdictadura en los 80 y el exceso menemista de los 90. Inquieto, carismático e irreverente cultivó una personalidad que se ha considerado inseparable de su obra.
Tras un breve paso por la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, estudió dibujo y pintura en los talleres de Jorge Dermijian y Oscar Smoje. En 1979 se instaló en Nueva York para estudiar fotografía en el Fashion Institute of Technology y luego una maestría en la Parsons School of Design. En 1985 regresó a Buenos Aires donde estableció su estudio y retrató a inumerables personalidades del arte, la cultura y el rock.
En sus primeras obras experimentó con el medio fotográfico, buscando subvertir los géneros y cánones tradicionales. Con la noticia de su diagnóstico VIH positivo, a comienzos de los 90 su fotografía adquirió un tono dramático y autorreferencial frente a la certeza próxima de la muerte. En 1996 con la aparición de la medicación antirretroviral, realizó su serie Cóctel, una de las primeras obras en abordar frontalmente la cuestión del sida en Argentina. Desde entonces sus imágenes se volcaron al color en gran formato, una novedad para la fotografía artística de ese momento, y exploraron la construcción de la identidad femenina.
Kuropatwa exhibió su trabajo en los espacios más significativos del circuito. En 2002 el Museo Nacional de Bellas Artes presentó Manifiesto, una extensa retrospectiva dedicada a su trabajo. Al año siguiente murió en Buenos Aires.