Alberto Goldenstein (Buenos Aires, 1951), fotógrafo, docente y curador, es una de las figuras más relevantes de la fotografía contemporánea argentina. Emergió como artista con su mirada sensible, pictórica y espontánea en el contexto de la escena que se constituyó en Buenos Aires alrededor del Centro Cultural Rojas en la década de los años 90. “Su obra recupera y a la vez reformula la mirada moderna sobre las ciudades, la del fotógrafo solitario, paseante, que en sus derivas se asombra de las formas urbanas y las captura con una aparente distancia”- escribió Victoria Noorthoorn, directora del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
La curadora Carla Barbero señala que otra de las claves para leer su obra es la desjerarquización. “Sus fotos expresan un ideal democratizador de la visión, herederas de la tradición estadounidense, que ha sido nodal en su formación como artista, ya que estudió en la ciudad de Boston durante los primeros años de la década de 1980. Pero esa utopía de no admitir jerarquías no obedece a que pretende igualar para unificar u opacar el brillo de cada cosa, sino todo lo contrario: se trata de un gesto que amplifica el resplandor de lo singular sin preocuparse por los cánones de belleza que, en los diferentes momentos, han regido el gusto”.
Su forma iconoclasta de acercarse a la fotografía causó un terremoto en un medio muy acostumbrado a verse a sí mismo en blanco y negro y en tono solemne. Su uso del color, sus juegos compositivos, sus encuadres imposibles mostraron una nueva forma de entender la imagen fotográfica, una nueva posibilidad de ver y disfrutar sus relaciones y conexiones con las otras artes. Con su urgencia visual y su emergencia poética, la irrupción de la obra de Goldenstein patentó el camino hacia una nueva fotografía en la Argentina. Siempre a contramano, sus imágenes son señales silentes que marcan otro camino posible en medio del ruido visual contemporáneo.
La fotografía apareció en su vida a partir de un viaje de descubrimiento del mundo que realizó a los veinticinco años. A la vuelta, abandonó los estudios universitarios, renunció a su trabajo y, luego de un viaje corto a USA, decidió instalarse allí por un tiempo. Ingresó a la New England School of Photography de Boston, donde asistió a talleres con Joel Meyerowitz y a seminario de Historia de la Fotografía con John Szarkowsky, curador del MoMA. En esta etapa toda su obra era en blanco y negro.
En 1984 regresó a Buenos Aires y al año siguiente comenzó a desarrollar su obra en color. Conoció al artista Alfredo Londaibere y se vinculó con el mundo de las artes visuales junto a sus colegas Marcelo Pombo y Jorge Gumier Maier. Entre 1986 y 1988 participó de las clínicas de fotografía del Centro Cultural Buenos Aires (actual Centro Cultural Recoleta), donde realizó su primera muestra individual en la sala “Fotoespacio” dirigida por Eduardo Gil. Ese mismo año, 1991, presentó Tutti Frutti en la Galería del Centro Cultural Rojas que dirigía Gumier Maier e inició su labor docente con la primera edición de su taller Imagen Fotográfica, que continuó a lo largo de los siguientes 25 años.
Entre 1995 y 2019 dirigió la Fotogalería del Centro Cultural Rojas.
En 1997 mostró su serie El mundo del Arte en la Fotogalería del Teatro San Martín dirigida por Sara Facio. Entre 1998 y 2001 expuso individualmente en la galería de la Alianza Francesa de Buenos Aires y participó de la muestra colectiva El Tao del Arte en el Centro Cultural Recoleta. En 2001 produjo su serie Mar del Plata, cuya primera edición se expuso en la muestra Al sur del sur en el festival Photoespaña 2001, en la Casa de América de Madrid. Al año siguiente, mostró la serie en la Fotogalería del Teatro San Martín. Entre 2004 y 2008, realizó exhibiciones individuales en Galería Ruth Benzacar de Buenos Aires. En esos años sus obras ingresaron a las colecciones del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Museo Nacional de Bellas Artes, Museo Nacional Castagnino de Rosario. En 2013 presentó Americanas en Galería Foster Catena de Buenos Aires.
En 2018 se inauguró la primera retrospectiva de su obra en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, La materia entre los bordes, con curaduría de Carla Barbero y acompañada por un libro-catálogo. Realizó además muestras individuales en el Museo Castagnino + MACRO y en galerías y museos de México, Madrid, Berlín y Zúrich. En 2022 recibió el Premio Konex al Mérito en Fotografía.