(San Ignacio, Paraguay, 1962-Buenos Aires, Argentina 1996)
Nacido en Paraguay, se trasladó de niño a la ciudad vecina de Formosa, en la Argentina, En la obra hay elementos relacionados con la domesticidad que reúne cuestiones compartidas entre Paraguay y la periferia argentina: la historia de las mujeres, la laxitud de sus siestas y la pervivencia del kitsch. Los enseres domésticos y los textiles son centrales en su trabajo. Prácticamente en todos los textos en los que se hace alusión a las frazadas de Centurión se emplea la palabra “abrigo”, que él mismo menciona varias veces. Esas frazadas, masivamente usadas en la región, son, efectivamente, el abrigo de muchas camas. Su obra evoca permanentemente el espíritu de la cultura popular de su país natal y el contexto familiar donde creció, un ámbito donde aprendió a coser y bordar. Centurión integró el grupo que, alrededor del Centro Cultural Rojas, forjó una estética que definió fuertemente a la generación de artistas de los 90. La dimensión afectiva fue un patrón central de su trabajo y es patente en la serie de “Flores del mal de amor”. Realizada en su último año de vida, esta pone en evidencia las cualidades de su narrativa autobiográfica. Afectado por el sida, en cada pieza Centurión bordó frases que hablan del amor, el deseo y la enfermedad.